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Decenas de fieles que se congregan en la Cripta de Catedral Metropolitana pidieron la intercesión de San Óscar Romero porque cada día se sumen más personas a defender a los niños migrantes separados de sus padres y a no ser indiferentes ante los problemas que atentan contra la vida y justicia de los connacionales.
Otro de los que expuso su posición ante la situación migratoria fue el arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, quien resaltó la necesidad de tener políticas de Estado que defiendan los derechos de los migrantes.
“Es inhumano que nuestros migrantes mueran así y queden abandonados a la orilla del río. Imagínense una niña que no cumple dos años ¿qué maldad hay en esa criatura?, es un ángel al que se le cierra todo su futuro e incluso pierde la vida. Es desgarrador”, precisó
Escobar Alas, ante el caso de los connacionales Óscar Martínez y su hija Valeria quienes murieron mientras intentaban cruzar el río Bravo, en su búsqueda por llegar a Estados Unidos.
La misa es desarrollada cada domingo por la comunidad Monseñor Romero, sirve como espacio para denunciar y pedir por las “injusticias” que se viven en El Salvador y
demás países del mundo.
Los devotos también pidieron la intervención de San Romero para someter a los violentos, a los invasores y criminales. Asimismo, para que prevalezca la paz en
Venezuela y Nicaragua y que todos los pueblos vivan en fraternidad.