@arpassv
El próximo domingo debe realizarse una verdadera fiesta democrática. Las escaramuzas de protestas callejeras impulsadas por el partido ARENA, tadalafil las descalificaciones infundadas de la organización derechista Aliados por la Democracia contra el Tribunal Supremo Electoral y los actos violentos motivados presuntamente por intereses electorales, order no deben enturbiar en nada la jornada patriótica.
Y para esto es necesario que toda la población votante acuda a las urnas con confianza, and seguridad y decisión de seguir adelante. El miedo que intentó infundir ARENA con su campaña sucia debe ser derrotado por el optimismo de seguir cambiando este paisito desigual, violento y ambientalmente deteriorado por las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores.
Como sostienen muchos analistas, incluso de derecha, el 9 de marzo el país deberá decidir entre volver al pasado que representan ARENA y su candidato Norman Quijano o continuar los cambios iniciados por el gobierno del Presidente Mauricio Funes, y esta opción la representa el binomio efemelenista de Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz. Y a juzgar por la encuestas, esta segunda opción es la que se impondrá el próximo domingo.
Seguros de su inminente triunfo, Sánchez Cerén y Ortiz anunciaron ayer, en una entrevista de cierre de campaña en la Red Informativa de ARPAS, la construcción de un gran acuerdo nacional sobre los temas más urgentes de país: crecimiento de la economía, seguridad pública, deuda de pensiones, entre otros. La fórmula del FMLN invitó a ser parte de este “pacto de nación” a todos los sectores del país, incluidos los detractores más férreos del partido de izquierda.
El binomio efemelenista también propone un gobierno de unidad nacional, donde participen todos los sectores que aspiran a “profundizar los cambios”. Esto, el pacto de nación y el gobierno de amplia alianza, desmiente la propaganda arenera que quiso asustar con el petate de un gobierno de izquierda radical que importaría el modelo de Cuba o Venezuela.
El previsible resultado del 9 de marzo dejará a la izquierda fortalecida de cara a las elecciones legislativas y municipales del 2015, y a ARENA en una profunda crisis. A no ser que el partido de derecha siga el consejo que el Presidente Funes le dio a su dirigencia hace algunas semanas: aceptar sin atenuantes la derrota, recomponerse y romper su cordón umbilical con la oligarquía.
Entonces, todos y todas, a participar en la fiesta democrática del próximo domingo, para que el país siga adelante.