Santiago Leiva
Diario Co Latino
No bajó el silbido desde la grada, pharmacy pero la selección de El Salvador dejó una pobre imagen anoche en el césped del estadio Cuscatlán. La Azul cumplió su objetivo, pero debió encomendarse a la zaga y a los buenos reflejos del portero Henry Hernández para superar a una selección de Curazao que gobernó la pelota y dominó el partido a placer.
A excepción de los cuatro defensas y el portero, los dirigidos por Jorge “Zarco” Rodríguez cerraron una noche cargada de dudas conde la deuda principal resultó ser el fútbol y su bajo control de balón. No hubo sociedades en la zona ancha y Arturo Álvarez al igual que el “Ruso” Andrés Flores fueron fantasmas por las bandas.
Ni Rodríguez estuvo lucido al momento de ejecutar los movimientos. El “Zarco” se enteró tarde que Álvarez era un jugador menos y que todos los balones que pasaban por sus pies acababan en poder del contrario.
Empero, no solo Álvarez tuvo una noche gris. Arriba, José Ángel Peña y luego Irvin Herrera no pudieron ante la corpulencia de los visitantes y peor aún les fue a la dupla de contenciones Richard Menjívar-Narciso Orellana que sin la ayuda idónea de Arturo, Pablo Punyed y el “Ruso”, se los comió la marca del representativo caribeño.
La selección de El Salvador selló su boleto a la fase de grupo de las eliminatorias mundialistas, pero dejó un mar de dudas. Curazao no fue facilito.
Tuvo la fortuna El Salvador de encontrar un gol tempranero y encarrilar la serie con una tranquilidad pasmosa que rayó lo soso y que no dejó de provocar nervios a la hinchada azul que llenó el estadio hasta las banderas.
El tanto, que acabó por definir la serie 2-0 en favor del cuadro cuscatleco, fue obra del zaguero Jonathan Barrios que aprovechó un centro preciso de Alex Larín para anticipar a los defensas y vencer de media palomita al portero Eloy Room.
La anotación llegó a los nueve minutos y con ella se esperaba que el duelo se abriera para la goleada, pero lejos de eso, la Azul pareció conformarse y les cedió la iniciativa a una visita hostil a la que únicamente le faltó suerte y afinar la puntería.
Si bien el primer tiempo, los dirigidos por Patrick Kluivert no tuvieron mayores opciones de gol, lo cierto es que trasladaron mejor la pelota que El Salvador y, producto de ello, la Azul únicamente contó con apenas una ocasión para aumentar la cuenta. Fue un zapatazo de Menjívar que Room logró controlar con alguna dificultad.
Por el lado de los curazaleños, la ocasión más clara del primer acto se esfumó en los botines de Gino van Kessel que remató sobre la cabaña de Hernández en el ´16.
De gris a pálido
Después de un primer tiempo gris, se esperaba que en el complemento la Azul mostrará su verdadero potencial, pero muy temprano volvió a caer en su juego poco productivo de la media hacia adelante y como era de esperarse el representativo de Curazao adelantó líneas.
Al ´47, Felitciano Zschusschen probó por primera vez los reflejos de Hernández y luego Gevaro Nepomuceno comenzó con su “show” y puso a temblar a El Salvador cada vez que tomaba la pelota o cobrara faltas en los linderos del área.
Al igual que en el partido de ida, Nepomuceno tuvo un duelo particular con el portero Henry Hernández, para fortuna en ambos casos lo ganó el meta nacional. Probó en tres ocasiones al meta Azul y aunque con dificultades, logró mantener su portería en cero.
La Azul también contó con una ocasión más para finiquitar el duelo, pero Room le atajó a quemarropa un zurdazo de Jaime Alas. Fue todo el desahogo que tuvo el equipo del “Zarco”, porque anoche una vez más el representativo cuscatleco acabó pidiendo el tiempo.
Anoche El Salvador ganó, pero quedó muy lejos de gustar y golear. Incluso el cuerpo técnico no logró disipar las dudas si es el ideal para enfrentar la fase de grupo. Ahí les vendrá en el combo México como primer rival y estarán también Honduras y Canadá.
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