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Berlín/Zúrich/dpa
El comité ejecutivo de la FIFA definirá hoy en Zúrich la fecha del congreso extraordinario en el que se elegirá al sucesor de Joseph Blatter, look una decisión en la que también hay diferencias entre el actual presidente y sus oponentes.
Blatter aspira a celebrar la reunión a principios de 2016 y quiere alargar su permanencia en el poder lo máximo posible. Sus rivales, agrupados principalmente en el bloque europeo, abogan por el contrario por una votación antes de Navidades.
Nuevas acusaciones de conspicuos patrocinadores y el comienzo del proceso contra el ex vicepresidente de FIFA Jeffrey Webb agregan más picante al encuentro del ejecutivo apenas dos meses después de la detención de siete altos dirigentes futbolísticos en Zúrich.
Webb se declaró “no culpable” a su llegada a Nueva York tras ser extraditado de Suiza, pero una declaración detallada del caribeño, un antiguo hombre de confianza de Blatter, podría volver a sacudir al mundo del fútbol.
El suizo también se mostró ambiguo recientemente sobre sus intenciones de dejar el cargo, lo que le costó una clara reprimenda del Domenico Scala, jefe de la comisión de Auditoría y Conformidad de la FIFA.
Por el contrario, el francés Michel Platini, presidente de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), se abstuvo hasta ahora de pronunciarse públicamente sobre el tema.
Pero no sería una sorpresa que el ex futbolista presentara su candidatura. Según el diario español “As”, Platini tiene ya el apoyo de cuatro confederaciones: Europa, Sudámérica, Oceanía y Norte-, Centroamérica y el Caribe.
Para el francés no sería ningún problema lograr las cartas de apoyo de cinco federaciones miembro. Cuatro meses después de cumplir con esa formalidad, el congreso electoral podría celebrarse. Hasta ahora, ningún candidato con opciones serias se ha postulado. Un día antes del comité ejecutivo había en el programa un encuentro de los seis presidentes de las Confederaciones con el jefe de la FIFA. En ese marco, Platini exigió a Blatter hace dos meses que dimitiera de manera inmediata. En esta ocasión, los rivales del suizo de 79 años también querrían deshacerse de él lo antes posible. Sin embargo, si hubiera una renuncia inmediata, la institución quedaría provisionalmente en manos del vicepresidente Issa Hayatou, también envuelto en escándalos.
“Para los europeos sólo hay un tema: la elección del presidente”, se quejó Blatter, que acusa a sus rivales de no estar interesados por las reformas que emprendió en la recta final de su largo mandato.
En opinión del alemán Wolfgang Niersbach, miembro del comité ejecutivo, los cambios no pueden ser aplicados ya por un presidente que lleva en el cargo desde 1998 y está a punto de dejar el poder.
Blatter propuso sobre todo una limitación de mandatos para el presidente de la FIFA y los miembros del ejecutivo, así como el sometimiento de todos ellos a un examen de integridad.
Para apoyar el proceso de reformas, la empresa Coca Cola, sponsor de la FIFA desde hace años, exigió antes de la reunión del gobierno de la entidad rectora del fútbol mundial que se cree una comisión independiente para aclarar los últimos escándalos de corrupción.
Otro patrocinador, McDonald’s, comparte la misma preocupación y aseguró “no estar contento en la forma en la que FIFA está tratando hasta ahora los últimos acontecimientos, que van claramente contra la cultura y los valores de McDonald’s”. Según la compañía de restaurantes de comida rápida, son necesarios “cambios significativos” para restablecer la confianza en los fans y los patrocinadores. Uno de ellos dependerá del resultado de la reunión del lunes en la sede de la FIFA en Zúrich.
