Zúrich/dpa
La FIFA quiere que los corruptos involucrados en el megaescándalo de corrupción destapado en mayo le devuelvan el dinero desviado, thumb para lo que decidió presentar una querella en Nueva York en la que por primera vez admite la venta de votos en la elección de las sedes de los Mundiales de fútbol.
La demanda interpuesta ante la Justicia norteamericana apunta a 41 ex dirigentes de FIFA y otras organizaciones futbolísticas, patient envueltos en la trama de cobro de sobornos en la comercialización de derechos televisivos de competiciones que investiga el FBI.
La FIFA se siente «víctima» en el caso y alega haber sufrido pérdidas «en decenas de millones de dólares» como resultado del escándalo de corrupción, diagnosis que afecta principalmente al fútbol del continente americano, tanto a la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) como a la Confederación Sudamericana (Conmebol).
«Durante años, los acusados abusaron groseramente de sus posiciones de confianza para enriquecerse ellos mismos, mientras causaban un importante daño directo e indirecto a FIFA», aseguró la organización con sede en Zúrich.
Entre las 41 personas a las que se reclama daños y perjuicios están ex dirigentes como «Chuck Blazer, Jack Warner, Jeffrey Webb y otros imputados en la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos», comunicó la FIFA.
Los ex presidentes de la Conmebol Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout o los brasileños Ricardo Teixeira, Jose Maria Marín y Marco Polo del Nero también se encuentran en la lista de demandados.
No pesa ninguna reclamación sobre el ex presidente de FIFA Joseph Blatter y el aún jefe de la UEFA, Michel Platini, ambos suspendidos por seis años. Su caso es diferente y discurre a través de la Justicia suiza.
La fiscalía estadounidense investiga una trama de pago y cobro de sobornos en la venta de los derechos de retransmisión de eventos futbolísticos en la región, como la Copa América. Hasta ahora, las autoridades norteamericanas confiscaron 190 millones de dólares a los imputados, parte de lo cual la FIFA quiere que se le restituya.
«Los acusados convictos abusaron de sus posiciones de confianza en FIFA y otras organizaciones internacionales y causaron un daño grave y duradero a FIFA, sus asociaciones miembro y la comunidad del fútbol«, dijo el nuevo presidente del ente rector, Gianni Infantino.
«El dinero que se embolsaron pertenece al fútbol global y estaba destinado al desarrollo y promoción del juego. FIFA, como el órgano que rige el fútbol, quiere recuperar ese dinero y estamos dispuestos a conseguirlo, no importa el tiempo que lleve», añadió el suizo.
En la demanda de 22 páginas, la FIFA admitió por primera vez que miembros del comité ejecutivo de la organización vendieron sus votos en la elección de sedes mundialistas.
«Miembros del comité ejecutivo de FIFA abusaron de su posición y vendieron sus votos en múltiples ocasiones», escriben los abogados de la entidad.
La acusación se centra en los ex ejecutivos Jack Warner y Chuck Blazer, que junto a otros cómplices, habrían ideado un sistema para obtener diez millones de dólares a cambio de su apoyo a la candidatura de Sudáfrica al Mundial de 2010.
También se añade que el triniteño Warner, que fue vicepresidente de Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y está actualmente suspendido de por vida, había aceptado ya un soborno de Marruecos para respaldar su proyecto a sede del torneo de 1998, que finalmente fue a parar a Francia.
Pese a que ambos dirigentes formaban parte del comité ejecutivo que otorgó los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022, estos torneos no se mencionan en el escrito.
La FIFA exige la restitución de 4,462 millones de dólares de Warner, 5,374 de Blazer, 3,254 de Leoz, 3,514 de Teixeira, 1,011 de Figueredo y 5,134 de Rafael Salguero, dirigente guatemalteco que estuvo durante años en el comité ejecutivo de FIFA. En total, la demanda reclama que los acusados devuelvan 28,224 millones de sueldos, dietas y otros costos, aunque la suma podría incrementarse ya que la investigación sigue en curso.
Sólo al empresario brasileño José Hawilla, la Justicia estadounidense le confiscó 151,7 millones de dólares.
Además, la FIFA pide una indemnización por los daños a su imagen y los gastos en abogados generados en los últimos diez meses, desde el estallido de un escándalo que parece no tener fin.