@Diegoolguzman
Fuerte San Francisco de Morazán y Municipal Limeño de Santa Rosa de Lima, troche ambos del oriente del país, case se enfrentarán en la final del Torneo Apertura 2015 de la Segunda División, tras dejar eliminados en semifinales a Once Lobos e Independiente respectivamente.
Los morazánicos fueron los primeros en decir “presente” en la final, tras vencer 1-3 en la tanda de penales al Once Lobos que no hizo respetar su casa y vio cómo los orientales se llevaron el boleto a la final.
Y es que el trámite del partido fue de dientes apretados, ya que Once Lobos trató de resguardar la ventaja conseguida en el partido de ida, cuando vencieron 1-0 a los orientales.
Por ello, los lobeznos salieron con el objetivo de sellar su pase a la final frente a su afición. Sin embargo, se vieron sorprendidos por un aguerrido Fuerte San Francisco, que sabía que la serie estaba abierta y que, con un gol, le bastaba para prolongar las acciones. Gol que los morazánicos consiguieron por medio de Yubini Esquivel al minuto 73, el cual fue un verdadero balde de agua fría sobre los lobeznos que, a esas alturas del partido, veían cerca el boleto a la final.
Al terminar los 90 minutos, Once Lobos perdía 0-1 ante Fuerte San Francisco, pero, en el global, empataban 1-1, lo cual obligó a disputar 30 minutos extra en los que no se hicieron daño y se tuvo que recurrir a los penales.
En la definición desde los doce pasos, los lobeznos no contaron con precisión en sus disparos y anotaron uno de los cinco tiros. Mientras que los morazánicos convirtieron tres goles de los cinco tiros asignados, lo que les significó su pase a la final.
El rival de Fuerte San Francisco en la final será Municipal Limeño que, en casa, revirtió el 1-2 encajado en el partido de ida ante el Independiente de San Vicente.
Los santarroseños eran conscientes de que solo un triunfo los metía en la final, por lo que, empujados por su afición, endosaron 2-0 a los camoteros y, con el global de 3-2, lograron su clasificación.
Limeño intentó desde el inicio desequilibrar el orden defensivo de los vicentinos que, con el empate, les bastaba para avanzar; llegaron a defenderse y a esperar un contragolpe.
Sin embargo, Limeño consiguió romper el cero en el marcador al minuto 56, por medio de Éder Pastor Melgar, anotación que perduró al término de los noventa minutos y las acciones se definieron en el tiempo extra.
En los 30 minutos extras, Limeño arriesgó y presionó sobre la portería vicentina, lo que lo condujo a conseguir el gol del triunfo por medio de Roberto Álvarez al minuto 117.
La anotación en el ocaso del partido bastó para que Limeño se agenciara la serie con global de 3-2 y avanzara a la final.