Caracas / AFP
Alexander Martínez
La Fiscalía venezolana aseguró el lunes que actuará para «extirpar» las conspiraciones contra Nicolás Maduro, tras el atentado que el presidente dijo haber sufrido con drones cargados de explosivos.
El fiscal general, Tarek William Saab, calificó de «intento de magnicidio» el estallido de un dron cargado con explosivo C4 frente a la tarima en la que Maduro encabezaba una parada militar el sábado en Caracas.
La Fiscalía «va a perseguir dentro del marco de la ley a quienes conspiren contra la paz ciudadana», dijo Saab, de línea oficialista y quien acompañaba a Maduro en la tribuna.
El fiscal sostuvo que llegó la hora de acabar con las conspiraciones.
«Que este hecho sirva para extirpar de una vez por todas cualquier intento violento de atentar contra la paz», advirtió.
Maduro tiene previsto reaparecer en público el lunes para recibir una marcha de partidarios en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas.
«Vinimos a apoyar al presidente luego del acto terrorista que sufrió. Más allá del descontento, esa no es la forma de actuar», dijo a la AFP Francisca Harvey, de 53 años, vestida con una camiseta roja con el rostro de Chávez.
El fiscal confirmó que dos hombres fueron detenidos «en flagrancia» mientras operaban desde un auto un segundo dron que se estrelló contra un edificio.
No los identificó, como había prometido, y tampoco se refirió a otras cuatro capturas anunciadas por el gobierno. En los incidentes, ocurridos durante el aniversario de la Guardia Nacional, resultaron heridos siete militares.
Ante esos hechos, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «está preocupado» y «rechaza cualquier acto de violencia», dijo este lunes un portavoz del organismo.
Un informe policial al que tuvo acceso la AFP identifica a uno de los hombres como César Saavedra, quien fue apresado cerca del edificio donde estalló el segundo artefacto.
«Se han identificado a todos los autores materiales del hecho y sus colaboradores», manifestó el fiscal.
El gobierno sostiene que los «financistas» están en Estados Unidos.
Un supuesto grupo de militares y civiles rebeldes, que se define como Movimiento Nacional Soldados de Franelas y hasta ahora desconocido, se atribuyó el ataque.
El gobierno vincula a uno de los detenidos con el asalto al fuerte militar Paramacay (estado Carabobo), ocurrido hace exactamente un año y durante el cual una veintena de hombres, comandos por un excapitán de la Guardia Nacional, robó 21 fusiles.
La irrupción en Paramacay fue reivindicada por el policía Óscar Pérez, abatido junto a otras seis personas el 15 de enero, seis meses después de lanzar desde un helicóptero dos granadas sobre la sede del máximo tribunal y disparar contra el Ministerio de Interior en Caracas. No hubo heridos.
El domingo, el alto mando militar le reiteró su «irrestricta lealtad» a Maduro.
Con gran poder, la Fuerza Armada es considerada el principal sostén del gobernante socialista.
– Zona gris –
El ministro de Interior, Néstor Reverol, sostuvo que cada dron contenía un kilo de explosivo C4. Uno fue desarticulado con inhibidores de señal cerca de la tarima; el otro perdió el control e impactó contra el edificio.
La televisión gubernamental difundió una imagen en la que se ve a Maduro desorientado tras la explosión del artefacto, junto a su esposa Cilia Flores y altos funcionarios.
Luego de eso es evacuado por sus escoltas, y tras un segundo estallido se ve a decenas de militares corriendo asustados.
Pese a los detalles entregados por las autoridades, quedan varias dudas.
Aunque Reverol explicó que ambos drones estaban controlados por «terroristas», el fiscal sostuvo el sábado que uno de esos aparatos realizaba la grabación oficial del acto. «Pude observar cómo el dron que filmaba los hechos explotó», dijo a CNN.
En Venezuela se requiere un permiso especial para manipular esos aparatos, y es muy difícil hacerlo durante actos oficiales.