Washington/AFP
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo este martes su expectativa de crecimiento de la economía estadounidense para 2017 de 2,3% a 2,1%, ante la falta de detalles sobre los planes del gobierno de Donald Trump.
En enero, la institución elevó su previsión de crecimiento ante la expectativa de un estímulo fiscal por parte del gobierno, pero este martes volvió a su previsión anterior. Para el año 2018, también rebajó la expectativa de crecimiento de 2,5% a 2,1%.
Durante las discusiones anuales con las autoridades estadounidenses sobre las perspectivas de la economía, «se tornó evidente que muchos detalles sobre los planes aún no están definidos», explicó el FMI en un informe como parte de los contactos por el Artículo IV.
Por ello, la entidad alertó que «significativas incertezas en materia de política económica» representan riesgos para el desempeño de la economía.
Aún cuando la economía estadounidense da señales de encontrarse en una fase de expansión y exhibe altos niveles de empleo, enfrenta una fuerte deuda pública y sobrevalorización monetaria.
«Es necesario un paquete amplio de política económica», alertó el informe del FMI.
El Fondo saludó por otra parte el objetivo del gobierno de reducir el nivel de endeudamiento y ajustar sus políticas de gasto público para «financiar prioridades, como la infraestructura».
Sin embargo, señalaron los peritos del FMI en su documento, las conversaciones «revelaron diferencias en un espectro de políticas y dejaron abiertas interrogantes sobre si las políticas propuestas por el gobierno son adecuadas para alcanzar los objetivos».
En particular, el FMI cuestionó la meta del gobierno de Trump de acelerar el crecimiento a más de 3% al año.
«La experiencia internacional y la historia estadounidense sugieren que una aceleración sostenida del crecimiento anual de más de 1%, como la proyectada por el gobierno, es poco probable», indicó el FMI en su informe.
El FMI formuló un llamado en favor de políticas que eleven el crecimiento potencial de la economía incluyendo mejoras en la educación y en programas de entrenamiento.
No obstante, criticó la propuesta presentada hasta ahora, que incluye importante recortes de gastos «que, en la visión de nuestro equipo, parecen poner una porción desproporcionada del peso del ajuste en las familias de bajos y medios ingresos».
El FMI también alertó contra medidas que podrían dejar la economía estadounidense menos abierta al comercio internacional, aún cuando haya espacio para modernizar pactos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un proceso que Washington ya inició.
Estados Unidos debería ser más cuidadoso en el uso de las restricciones a las importaciones, señaló el FMI en su informe.
Durante su campaña electoral, Trump había prometido una enorme reforma del sistema fiscal -con importantes reducciones impositivas a empresarios-, un gigantesco plan de inversión en infraestructura y la renegociación de los acuerdos comerciales.
Sin embargo, más allá del inicio de las conversaciones con México y Canadá para actualizar el TLCAN, las otras promesas aún no han salido del papel, y la reforma del sistema de impuestos parece muy lejos de los corredores del Congreso.
Por ello, el FMI apenas apuntó que importantes aspectos de la política económica «aún están en gestación».