Washington / AFP
El Fondo Monetario Internacional expresó el jueves su disponibilidad para discutir el millonario programa con Argentina con el presidente electo, Alberto Fernández, cuando éste así lo considere, pero dijo que aún no hay una reunión prevista.
«Estamos listos para colaborar con el presidente electo Fernández y su equipo, a su conveniencia, durante el período de transición. No tengo fechas para ninguna misión por ahora», dijo en rueda de prensa el portavoz del FMI, Gerry Rice.
«Y, nuevamente, estamos listos para conversar con ellos», reiteró.
Rice reiteró la disposición del Fondo de «ayudar a Argentina», haciéndose eco del mensaje de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, al otro día de la elección.
Fernández y su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Kirchner, derrotaron el 27 de octubre al presidente Mauricio Macri, quien el año pasado firmó un acuerdo con el FMI por 57.000 millones de dólares tras una corrida cambiaria que desestabilizó la economía.
Pero las medidas de austeridad impuestas en el marco del programa con el Fondo no lograron encauzar el rumbo: la tasa de pobreza aumentó a más del 35%, la inflación anual hasta septiembre fue de casi el 38%, mientras que el peso se depreció en un 70% desde enero de 2018.
Tras una ola de protestas anti-Macri, el retorno al poder de los peronistas proteccionistas ha aumentado los temores de un nuevo incumplimiento de la deuda por parte de Argentina y ha erosionado el valor del peso.
El presidente electo ha insistido en que su gobierno no incurrirá en ‘default’, sino que buscará renegociar los términos del préstamo del FMI.
El jueves, Rice dijo que el FMI comparte «plenamente» los objetivos de Fernández, declarados públicamente tras su triunfo, de «sacar a la economía argentina de la crisis actual y allanar el camino para un crecimiento más sólido e inclusivo».
Hasta ahora, el organismo multilateral ha entregado 44.000 millones de dólares a Argentina, pero aún no ha desembolsado un tramo por 5.400 millones que se esperaba para septiembre.
Con un nivel de endeudamiento del 80,7% de su Producto Interno Bruto (PIB), se da por descontado que Fernández deberá reestructurar la deuda una vez que asuma la presidencia, el 10 de diciembre próximo.
Consultado sobre potenciales discusiones al respecto, Rice subrayó que «la responsabilidad de la reestructuración de la deuda recae en el país», en tanto «el papel del FMI es evaluar si la deuda es sostenible con una alta probabilidad».
«Para llevar a cabo nuestro análisis de sostenibilidad de la deuda, necesitamos información sobre los planes de política, así como sobre las perspectivas macroeconómicas consistentes con esos planes», dijo el portavoz.
Y agregó: «Por lo tanto, no estamos en condiciones de hacer esa evaluación en este momento debido a que aún no se han llevado a cabo discusiones con la nueva administración».