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Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter
La estructura territorial del FMLN se reunió extraordinariamente los días 19 y 20 de noviembre para discutir una propuesta de Reforma a los Estatutos, la cual se conocerá y aprobará en la Convención Nacional a celebrarse el próximo domingo 11 de diciembre. La jornada ha representado un paso trascendental en la vida interna partidaria, la Comisión de Reforma, creada por el Consejo Nacional el pasado 28 de octubre, ha culminado la consulta conforme lo establece el artículo 33 de la Ley de Partidos Políticos y el propio Estatuto del FMLN.
La vida de los partidos políticos en El Salvador, en el pasado, antes de la firma de los Acuerdos de Paz, vivía sobresaltos y arbitrariedades, pues si se empeñaban en ganar el respaldo popular, esos resultados eran burlados por las instancias estatales de la dictadura; ahora el Tribunal Supremo Electoral, como única autoridad en materia electoral, es muy diferente a su antecesor, el Consejo Central de Elecciones, el cual era un simple reflejo del Presidente de turno.
Este es uno de los cambios ganados con la lucha del FMLN, aunque ahora se viola por la Sala de lo Constitucional ese reconocimiento a la nueva institucionalidad electoral. La nueva Ley de Partidos establece las atribuciones del TSE de modo muy claro, inclusive la de vigilar la organización de los partidos políticos.
El FMLN realizó elecciones de sus autoridades internas a todo nivel, municipal, departamental, nacional y sus sectores juvenil, de mujeres, de veteranos, lisiados de guerra y de sus organismos especializados como Tribunal de Ética, Contraloría y Tribunal de Apelaciones. Fueron elecciones simultáneas de todos los organismos internos; ahora la reforma adecuará el Estatuto a la Ley de Partidos, a la vez que incluirá desarrollo de nuevos aspectos para fortalecer la organización partidaria y aumentar su capacidad de vincularse cotidianamente con el pueblo salvadoreño, y representarle mejor en sus legítimas aspiraciones.
Entre las reformas presentadas está la de darle carácter permanente a la Comisión Especial Electoral, que antes se nombraba previo a un evento electoral interno y finalizaba al declararse firmes los resultados; se incorporan además con las reformas, el Tribunal de Apelaciones, el sector de pueblos originarios y afrodescendientes, la aprobación de la política de Juventud por el Consejo Nacional; el fortalecimiento de los deberes para aportar económicamente al partido y en las actividades que éste impulsa con ese fin; se fortalece el rol del Tribunal de Ética y se adecuan las responsabilidades de organismos de dirección municipal, departamental, del Consejo Nacional y la Comisión Política, entre otros.
Tanto el Estatuto del FMLN como su Carta de Principios y Objetivos, definen con claridad la naturaleza democrática, revolucionaria y socialista del partido. El FMLN es un instrumento de lucha del pueblo salvadoreño, que apuesta a la transformación social, cultural y política; el único partido que sin menoscabo de la igualdad entre sus miembros, reconoce el espacio que deben tener las mujeres y los jóvenes, tanto en las responsabilidades internas como en los espacios de servicio al pueblo, desde instancias de gobierno Local, Legislativo y PARLACEN.
Desde su fundación como partido el 1 de septiembre de 1992, el Estatuto ha sido adecuado a cada momento, sin que sus pilares ideológicos sean alterados; es un partido que reconoce los liderazgos sociales y organizaciones sociales.
La Convención Nacional es el máximo organismo que conocerá la propuesta y los aportes brindados en la consulta realizada y aunque la Ley de partidos establece que una reforma se aprueba con el voto favorable de la mitad más uno de los presentes en el máximo organismo, el Estatuto del FMLN requiere del 60% de votos favorables para una reforma estatutaria, es decir sus exigencias propias son superiores a las de la ley.
Lo mismo pasa con la representación de las mujeres, en las que la ley manda un mínimo de 30% de participación, para el FMLN, el mínimo es el 35%. La ley carece de una exigencia de cuota para los jóvenes; pero en el FMLN los jóvenes deben participar en una proporción del 25%, tanto en los organismos de dirección como en las candidaturas a cargos de elección que el partido postule.
Siempre es posible fortalecer las instituciones y los partidos políticos. Son instituciones necesarias para el desarrollo democrático de la sociedad; pero para el impulso de transformaciones sociales en beneficio de las mayorías más necesitadas, para la defensa de la soberanía, para la inclusión de los sectores tradicionalmente vulnerados, la existencia y fortalecimiento del FMLN resulta imprescindible.
Ese es el sentimiento encontrado y reafirmado en el Primer Congreso celebrado el año pasado, en las movilizaciones para respaldar al gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén y en la atención al propio desarrollo de sus estructuras como partido político de lucha permanente. Sin duda, el entusiasmo de las 14 jornadas de consulta se reflejará en la Convención próxima.
