Oscar Martínez
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Con la llegada del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) al gobierno central se inicia un proceso para darle razón de ser a la política, here centrada en el bien común de la sociedad salvadoreña. Si eso es así, no rx debemos de pregúntanos, cure ¿cuáles son las acciones que nos pueden servir de modelo susceptibles de verificación?
Desde el año 2009, el partido FMLN desmontó al partido ARENA del Poder Ejecutivo e inició el cumplimiento de una de las promesas hechas al pueblo, desmantelar la corrupción; es decir, impedir el uso privado que venían haciendo del bien público los funcionarios y funcionarias de ARENA.
De esto deberíamos tener información fiable que nos permita constatar los avances en el combate a la corrupción y poder como sociedad civil involucrarnos a esta gran tarea de luchar contra la corrupción, que al menos, la izquierda está obligada a evitar con sus funcionarios en cargos públicos y evitar con ello, los abusos de poder al tiempo que empodera al pueblo en la contraloría ciudadana que le permitirá trascender a la incidencia política.
Con la información que tenemos, es el Presidente Mauricio Funes que con certeza señala de corrupto, a uno de los Presidentes Honorables de ARENA, Francisco Flores, quien está detenido por la Policía Nacional Civil (PNC).
La corrupción del Presidente Honorable de ARENA, Francisco Flores, fue aceptado por él -sin torturarlo- ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa; un hecho que puede ser calificado como uno de los grandes aportes que la Asamblea Legislativa ha dado a este país.
Este caso de corrupción, que no es el único, muestra un indicador que el Estado salvadoreño fue desmantelado y usado para fines individuales-privativos de ARENA. No obstante, debemos de tener claridad que ARENA construyó un hilar jurídico para controlar y ejercer el poder con impunidad sobre el pueblo. Ese aparato jurídico creado a semejanza y necesidad de la derecha política es la que nos explica del porqué los casos de corrupción, a veces no se pueden judicializar, mucho menos llevarlos a la cárcel para que paguen su condena por apropiarse de los bienes del Estado.
Otro indicador del poder real es el poder económico que sigue concentrado y monopolizado por un sector oligárquico financiero que se resiste a pagar impuestos y que está dispuesto a dialogar con garrote en mano, pues si los resultados del diálogo no son de su agrado, descaradamente dicen que el impuesto a como dé lugar harán que lo pague el pueblo. Este sector económico que confiesan no son políticos están tomando medidas diversas para crear inconformidad en la población, como esconder los frijoles para que se alcen los precios.
Estos poderes reales, combinados con los ideológico-mediáticos, transmiten sus mensajes por medio de El Diario de Hoy, La Prenda Gráfica y la Telecorporación Salvadoreña y todo un staff de analistas económicos y políticos que mantienen una campaña permanente de desprestigio y descalificación del gobierno de Cerén.
Estos medios de difusión engrandecen la información dispersa de los hechos, sobredimensionan hechos superficiales del gobierno con tal de confundir al lector y crear una sensación que a la esquina está el derrumbe, la crisis, y el desbordamiento del caos en nuestra sociedad.
Por ejemplo, la pobreza y el desempleo que es una condición de la existencia del modelo neoliberal- capitalista, la presentan como resultado de la mala gestión de Cerén.
Ante esa percepción de la realidad difusa y confusa mediática; debemos de observar la realidad concreta e hilar la principal contradicción: capital versus trabajo, entre la clase opresora y oprimida para delinear y luchar por lo objetivos estratégicos políticos que potencie la gobernabilidad entre gobernantes y gobernados, entre partido y pueblo, en esta coyuntura creada desde el 2009 cuando el FMLN llega al Poder Ejecutivo.
En otras palabras existe una contradicción latente entre la oligarquía versus funcionarios del FMLN, obviamente, ahí es donde no han logrado ponerse de acuerdo, pues la oligarquía quiere someter y convertir en servil al actual gobierno, mientras este se resiste, al menos por ahora, a hacerlo.
Para mantenerse así, el FMLN deberá desatar toda una comunicación y acercamiento con la clase trabajadora y el pueblo en el sentido estricto, debemos de saber que la gran mayoría tiene conciencia política y que un buen porcentaje es a fin al Frente, pero en la actual coyuntura demuestran en la práctica y sus acciones, no tener claridad de la lucha a desarrollar a partir de “objetivos estratégicos” de largo plazo y se empantanan en los de carácter reivindicativos de sobrevivencia diaria.
De esta situación el FMLN tiene gran responsabilidad al ser un gobierno de izquierda con una gran capacidad instalada y una fuerza acumulada no es capaz de conducir a sus fuerzas y sus bases para darle sostenibilidad al poder e influir en esa distribución del poder que vaya creando las condiciones para servir a los demás y construir una sociedad mejor, derivada de una democratización de la economía y del poder de la “palabra mediática”.
Los funcionarios y funcionarias del FMLN deben revestirse de poder demostrase que pueden gobernar y demostrar la capacidad que se tiene para gobernar y en esa tarea depurar a toda aquella persona que muestra conductas mezquinas propias del desarrollo del capitalismo insipiente que buscan mejorías para sí, sin importarles sacrificar a los más desprotegidos, en esa tarea de cumplir las promesas de combatir la corrupción y garantizar gobernar para el pueblo.