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FODES: mecanismo de redistribución o arma electoral del presidente

Licenciada Norma Guevara de Ramirios.

Sin duda es agradable y seguro transitar por las calles iluminadas de Zacamil, la municipalidad de Mejicanos hizo esa obra con fondos FODES.

Muchos parques, sedes municipales, casas comunales, de numerosos municipios, existen gracias a una ley que permite redistribuir el ingreso nacional, la Ley del FODES que hoy se ha paralizado y que podría desaparecer con solo derogar dicha ley.

El riesgo de desaparición es real, como real es el impago del FODES por cinco meses. Esa es la amenaza que representa el gobierno Bukele y sus partidos satélites, un peligro de echar atrás conquistas del pueblo.

El 8 de septiembre de 1988 se aprobó la Ley de creación del Fondo para el Desarrollo Económico y Social, para garantizar la autonomía económica y el desarrollo social de los municipios, que en materia de asignación financiera en sus inicios fue simbólica: representó el 0.97 %. de los ingresos tributarias, entre 1989 y 1995.

La llegada del FMLN a la gestión municipal le permitió a esta fuerza de izquierda comprender la importancia de luchar por una redistribución justa de los ingresos tributarios en el país. En 1997, al ganar la elección en 50 de las 262 municipalidades, y  28 de los 84 escaños legislativos, el Frente emprendió la batalla por la redistribución del ingreso, visualizando que era el FODES un mecanismo apropiado para realizarlo.

Por eso se luchó y se logró  que se estableciera el 6 % de los ingresos tributarios netos, bajo criterios de población, extensión territorial, pobreza y eficacia en la gestión financiera local. En 2005 ese porcentaje aumentó a 7 %; en 2010 a 8 % y en 2019 a 10 %.

Esto cambió el concepto de la gestión municipal del pasado, donde los gobiernos locales manejaban las tasas por partidas de nacimiento, cementerios, vialidad, a otra época en la que un Concejo Municipal se obliga a planificar y poner en servicio de los habitantes de su municipio lo que el gobierno central debe transferirle en concepto de FODES.

En esencia, el FODES es el retorno de lo que sus habitantes pagan de IVA, Renta y otros tributos, para convertirlo en servicio y desarrollo local.

La carretera que conduce hacia el Puerto La Libertad, hacia el casco de Nuevo Cuscatlán, la realizó un Concejo Municipal ganado por el FMLN en el año 2000; era antes una calle de tierra con dificultades para transitar, pese a la poca distancia de la capital. Pero aquella primera calle se realizó con crédito bancario soportado por lo que sería el retorno de tributo vía FODES.

La derecha cuestionó el incremento del impuesto sobre la renta en 2010, pero la derecha gobierna la mayor parte de municipalidades del país, y las poblaciones de los mismos se saben dueñas de un ingreso para obras físicas o proyectos sociales.

Es cuestionable por eso cuando algunos alcaldes invierten parte de sus ingresos en su salario, incluso en algunos casos superior al salario que por ley devenga un presidente del país.

Varios estudios, entre ellos, los de la Fundación UNGO, registran las áreas en las que los municipios invierten el FODES, y reconocen que de otro modo muchas comunidades jamás hubieran visto obras.

Ahora, el presidente Bukele, por simple capricho, y como parte de su desesperada estrategia electoral y de su operación política en pro del control total (dictatorial) del Estado, retiene los fondos que por ley le corresponden a los municipios. Ese es uno más de los ángulos de una visión concentradora del poder y de los recursos públicos.

Un hecho notorio del deterioro de la joven institucionalidad democrática de nuestro país, que sacrifica Nayib Bukele, es la vulneración del Estado de Derecho, lo que debiera servir para reflexión de los gobiernos locales con sus habitantes.

La retención del FODES expresa que este Gobierno es enemigo de la descentralización, del poder compartido entre órganos, que no está dispuesto a respetar las leyes ni a las personas, pues sus acciones tienen como consecuencia sacrificar incluso el salario de los trabajadores y los ingresos de las empresas que proveen servicios a los municipios.

La retención del FODES nos facilita comprender que los derechos conquistados con sacrificio son violentados por el gobierno; que los espacios de autonomía, tanto de los municipios como de la Universidad estatal, no caben en un estilo de gobierno que abrió una carrera por la concentración del poder en una persona y su grupo más allegado.

Todos los gobiernos municipales deberían convocar cabildos para reflexionar sobre este curso del país, es una medida grosera pero que puede ser convertida en ilustración de hacia dónde iría el país con una mayoría de sirvientes del presidente.

El FODES, como mecanismo redistributivo del ingreso nacional, está secuestrado por el Gobierno, usado como arma electorera. ¿Por qué no convertirlo en arma para despertar y atajar la dictadura?

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