Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter
Hace 26 años se creó el Foro de Sao Paulo. Se trata de un espacio para intercambiar, discutir y aplicar ideas en la lucha por una sociedad con justicia social y equidad. Un espacio en el cual los movimientos y partidos de izquierda analizan la realidad latinoamericana para establecer tendencias, procurar la solidaridad entre los pueblos; así como para visualizar avances, dificultades, retrocesos, perspectivas y aspiraciones nuevas.
En el inicio de 1990, la derecha internacional afirmaba que la historia había llegado a su fin, que ya no habría más espacio para los cambios revolucionarios y se impondría el capitalismo en su forma neoliberal como único modo de funcionar. Aceptar esa idea sería negar la historia de los pueblos que siempre han debido luchar contra corriente para alcanzar sus aspiraciones en cada época.
La existencia del Foro de Sao Paulo expresa la libertad de pensamiento que ha caracterizado a los movimientos revolucionarios a lo largo de la historia. Estos 26 años han mostrado a los miembros del Foro la razón, han mostrado que la lucha es continua, la cual no está carente de las dificultades que entraña abrir paso a los cambios. El cúmulo precedente y esta convicción de que la historia y la lucha continúan ha permitido en el plano político electoral cinco victorias presidenciales en Venezuela, cuatro en Brasil, tres en Argentina, tres en Uruguay, tres en Bolivia, tres en Ecuador, dos en Nicaragua, dos en El Salvador, una en Guatemala, una en Panamá, una en Honduras, una en Paraguay, dos no consecutivas en Chile y cuatro en República Dominicana ( con dos partidos miembros del Foro de Sao Paulo) para un total de 35 victorias presidenciales además de la importante representación de los pueblos a través de estos partidos y movimientos en los parlamentos, gobiernos locales y regionales.
Estos cambios modificaron el mapa político de América Latina y el Caribe, en el cual el Partido Comunista de Cuba construye el socialismo a pesar del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos. Estos cambios ocurren para dejar atrás dictaduras militares, agresiones militares y políticas y el impulso a través de gobiernos de derecha de medidas neoliberales. El cambio ha creado una nueva institucionalidad internacional con principios de cooperación, solidaridad, complementariedad que superan los esquemas viejos. Las comunidades del Caribe, UNASUR, ALBA, PETROCARIBE, CELAC son expresiones de este cambio y los avances sociales que han sacado de la pobreza a millones de familias en los países donde gobiernan fuerzas políticas que son integrantes del Foro de Sao Paulo, son clara evidencia de que las ideas políticas de la izquierda latinoamericana y caribeña son motores de transformaciones justas, que dan contenido integral a la democracia.
Estos avances ocurren cuando aún se registran esta zona, fenómenos indignantes como la existencia de países colonizados que esperan la independencia y agresiones a la soberanía como apreciamos la situación de Las Malvinas.
Resulta evidente que las fuerzas conservadoras y reaccionarias, las oligarquías y transnacionales que pierden poder donde la democracia y los cambios sociales se establecen, mantienen una lucha por el retorno de esas fuerzas a los gobiernos y la restauración completa del neoliberalismo, estas fuerzas que mantienen poder económico, propiedad sobre medios de comunicación, incidencia en los órganos de justicia y la burocracia mantienen una virtual guerra de ideas por imponer su ideología envuelta en desideologización, imponer sus políticas mientras hablan de la despolitización, desestabilizan gobiernos progresistas y de izquierda, rompiendo lo que en el pasado han dicho defender.
La batalla planteada así, impone desafíos nuevos que las fuerzas de izquierda debemos asumir. Para mantener logros y avances a favor de los pueblos, es obligado asumir líneas en la lucha de ideas, en las formas organizativas de los pueblos, en el fortalecimiento de la identidad histórica y cultural, en la capacidad de las comunidades de analizar la realidad para vencer la mentira, la manipulación alienante.
En 1996, nuestro país y nuestro FMLN fuimos anfitriones de una reunión del FORO, el documento base de aquella reunión se titulaba “ Crisis y Alternativas al Neoliberalismo”, cada año, la reflexión del Foro se convierte en herramienta para seguir luchando, y sin duda, esta reunión XXVI dejará nuevos horizontes en la lucha por la justicia social, la democracia, la defensa de la vida y los recursos naturales en nuestro continente, la defensa de la soberanía de los pueblos expresada por mayorías para llevar la gestión gubernamental a favor de las mayorías y de la justicia.