Por Toni Cerdà
Bruselas/AFP
Tras abandonar su propuesta de 10 años, la Comisión Europea fracasó nuevamente este jueves en conseguir una mayoría de países para renovar, ahora por cinco años, la licencia del glifosato, un controvertido herbicida cuya vigente autorización expira en diciembre.
«No se alcanzó una mayoría cualificada, ni a favor ni en contra del texto propuesto», indicó el ejecutivo comunitario, precisando que 14 países votaron a favor de los 5 años. Otro nueve, entre ellos Francia y Bélgica, votaron en contra y los cinco restantes se abstuvieron.
El tiempo apremia. La licencia del glifosato expira el 15 de diciembre de 2017, pero Bruselas no logra el necesario mínimo de 16 países y que representen al menos un 65% de la población para sacar adelante la renovación de este herbicida, el más usado en la UE y muy extendido en el resto de planeta.
Ante la ausencia de mayoría en esta reunión de expertos, la responsabilidad pasa ahora a un comité de apelación con representantes políticos de mayor rango de los 28 países del bloque, que deberán pronunciarse «a finales de noviembre» sobre la propuesta, precisó la Comisión Europea.
Francia, uno de los países más poblados del bloque, ya advirtió que su apuesta es por «tres años», indicó la víspera su ministro de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, quien dijo este jueves estar «orgulloso» de la decisión.
«Un buen resultado para nuestra salud y el medio ambiente», tuiteó por su parte la ministra luxemburguesa Carole Dieschbourg, máxime cuando el debate principal se centra en su eventual efecto «cancerígeno».
‘Dirección diferente’
La reunión en Bruselas es un nuevo capítulo de la saga del glifosato que ya dura dos años. En 2016, la Comisión decidió prolongar hasta fines de 2017 la actual licencia tras no lograr convencer a los 28 de la renovación de este herbicida.
El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó en un estudio que este compuesto tiene un «probable [efecto] cancerígeno», uno de los argumentos centrales de la oposición de las oenegés ecologistas.
Pero, para despejar las dudas de los 28, Bruselas urgió a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y de la Agencia Europea de los Productos Químicos (ECHA) a realizar informes, los cuales descartaron los efectos cancerígenos, por lo que volvió a la carga con la renovación.
«El séptimo intento de la Comisión para renovar el glifosato ha fallado de nuevo», subrayó Luis Morago, director de campaña de la organización Avaaz, en Bruselas, donde algunos opositores al herbicida se manifestaron ante la sede del ejecutivo comunitario y el palacio de justicia.
Etienne, un activista belga de 22 años, dijo esperar que la decisión «pueda conducir a una dirección diferente respecto a la agricultura y a la alimentación de [los] hijos». Las oenegés ecologistas lograron reunir 1,3 millones de firmas en la UE a favor de la prohibición.
‘Decepcionante‘
Varios países reclaman también que se tenga en cuenta una eliminación progresiva del uso del glifosato en la UE, una opción que la Comisión considera imposible y que choca de plano con los productos europeos de químicos y con las asociaciones de agricultores, que lo usan por su relación eficacia-precio.
«Si los Estados miembros siguieran la ciencia, el glifosato ya habría sido aprobado durante 15 años el año pasado», lamentó Graeme Taylor, portavoz de la asociación europea de productores de pesticidas ECPA, quien consideró «decepcionante» que «todavía no haya una decisión clara».
La decisión también tiene un aspecto económico para un sector agroquímico en plena concentración con la compra de Monsanto por el alemán Bayer, del suizo Syngenta por el chino ChemChina y la fusión de los gigantes estadounidenses Dow y Dupont.
La falta de la mayoría necesaria en el bloque no significa el final del proceso. En última instancia, la Comisión Europea será la encargada de tomar la decisión, pese a los llamados del comisario europeo, Vytenis Andriukaitis, a asumir conjuntamente la responsabilidad.
El uso de herbicidas que contienen glifosato se generalizó rápidamente en el mercado desde la década de 1970. Con el desarrollo de cultivos transgénicos resistentes a esta sustancia, como la soja RR (Roundup Ready) de Monsanto, su uso aumentó aún más.