París/PL
Altos representantes de 127 países se reunieron en la cumbre One Planet convocada por Francia para relanzar el Acuerdo de París, en un momento en que la lucha contra el cambio climático parece estancada.
Así lo admitió el presidente anfitrión, Emmanuel Macron, cuando aseveró que ‘estamos perdiendo la batalla’, al dirigirse a los jefes de Estado, de gobiernos, ministros y personalidades reunidos en el centro de conferencias de La Seine Musical, al sur de esta capital.
Dos años después de que la comunidad internacional firmara el histórico Acuerdo de París, los avances son muy escasos, marchan a poca velocidad y se registran factores negativos como la decisión de Estados Unidos de abandonar el pacto.
‘Estamos arriesgando mucho’, alertó Macron, para agregar que ‘numerosos países pueden incluso desaparecer, y si eso sucede, ¿cómo lo vamos a explicar? ¿cómo vamos a decir que no lo sabíamos?’.
Las discusiones estuvieron centradas en el tema del financiamiento a proyectos de lucha contra el cambio climático y de promoción del desarrollo sostenible, lo cual fue considerado vital en la batalla por proteger el planeta.
De acuerdo con sus declaraciones, ‘los países en desarrollo no son responsables del problema que tienen que enfrentar, por lo que es cuestión de justicia que los desarrollados los ayuden en este combate’.
Precisamente los Estados del sur elevaron su voz para reafirmar que frente al cambio climático la responsabilidad es común, pero diferenciada.
El ministro de Medio Ambiente de Ecuador, Tarsicio Granizo, sostuvo que el financiamiento para este tema ‘es una deuda que tienen los países industrializados con los estados del sur, porque en su momento, esos países se apropiaron de un bien común que es la atmósfera para desarrollarse y ocasionaron los problemas que ahora estamos sufriendo’.
De su lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lamentó que las naciones del sur son muchas veces las más afectadas por el cambio climático, y sin embargo, son las que más contribuyen a reducir las emisiones de gases contaminantes.
El jefe de Estado presentó 10 propuestas de su país para avanzar en la cuestión climática, que incluyen reconocer y respetar los derechos de la Madre Tierra, crear el tribunal de justicia climática con carácter vinculante para procesar a los responsables de los daños al medio ambiente, y reconocer y saldar la deuda climática histórica de los países industrializados.
La situación de los Estados insulares tuvo un lugar especial en el debate, a la luz de que son países muy vulnerables ante los fenómenos meteorológicos adversos.
La ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, sostuvo que, de acuerdo con la experiencia de esa nación, ‘no es desacertado ni exagerado reconocer que la financiación requerida por los países en desarrollo debe ser considerada en montos de miles de millones de dólares anuales’.
Ante la pregunta de cómo lograr el financiamiento necesario, subrayó que parte de la respuesta está en los gastos armamentistas.
‘Si tan solo se destinara un uno por ciento de los gastos armamentistas del 2016 al Fondo verde del clima, se dispondría de más de 12 mil millones de dólares, lo que significaría duplicar la cantidad actual comprometida’, indicó.
Durante la cumbre, numerosas instituciones y entidades internacionales lanzaron iniciativas, como el compromiso del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía y del Grupo del Banco Mundial para ofrecer asistencia técnica y financiera a 150 ciudades que implementen de programas agresivos de enfrentamiento a los problemas ambientales.
Sin embargo la Coalición de Acción por el Clima, que reúne a más mil organizaciones no gubernamentales, sostuvo que tales promesas son insuficientes y se necesitan acciones más sólidas para dejar atrás el carbón, el gas y el petróleo, y promover las energías renovables, resaltadas como las más sanas y más productivas.