Por Claire Gallen/Berlín/AFP
Los ministros alemán y francés de Interior pidieron solidaridad y movilización a Europa frente a la crisis migratoria, en Berlín, unas horas después de la firma de un acuerdo entre París y Londres para reforzar la cooperación policial en Calais.
Una reunión europea sobre la crisis migratoria será organizada «a mediados de octubre» en París con la participación de los ministros del Interior y de Relaciones Exteriores, y luego habrá otra en la capital alemana, indicó el titular francés de Interior, Bernard Cazeneuve.
Esta reunión tendrá como objetivo preparar la cumbre europea de La Valette en noviembre, consagrada a la cooperación con los países africanos, indicó Cazeneuve tras reunirse con su homólogo alemán, Thomas de Maizière.
Maizière consideró «inaceptable que las instituciones europeas sigan trabajando con la lentitud actual», pues «se hace muy poco para la aplicación de las decisiones que ya fueron tomadas» en materia migratoria.
Antes de la reunión de trabajo del presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel, el lunes en Berlín, motivada por la crisis ucraniana, los ministros de Interior prepararon iniciativas para presentarlas a las instituciones europeas.
«Queremos conseguir que los ‘hot spots’ sean erigidos de aquí a fin de año en Grecia e Italia», aseguró el ministro alemán aludiendo a los centros de selección destinados a diferenciar entre personas que pueden acceder al estatuto de refugiados y los emigrantes económicos clandestinos.
Las autoridades alemanas esperan este año hasta 800.000 solicitantes de asilo, récord absoluto para este país de 81 millones de habitantes.
El ministro francés abogó por una «armonización» de las legislaciones sobre el asilo en Europa, por «la definición de una lista de países de origen seguro a nivel europeo» y por una «profundización de la cooperación a nivel de los servicios de policía e información», siguiendo el modelo suscrito la mañana del jueves entre Francia y Gran Bretaña.
‘Tráfico abyecto’
Gran Bretaña y Francia anunciaron el jueves la creación de un centro común de «comando y control» para luchar contra la migración clandestina en el norte de Francia.
El acuerdo fue suscrito por Cazeneuve y su homóloga británica, Theresa May, en Calais (norte de Francia) donde desde hace semanas miles de desesperados inmigrantes y refugiados intentan pasar el Canal de La Mancha.
«Es necesario mandar una señal muy fuerte desde Calais (…) Los traficantes deben saber que aquí no hay ningún paso «, insistió Cazeneuve
Los dos ministros arremetieron contra las «bandas criminales» de traficantes, que es necesario «romper», en palabras de May. Cazeneuve estigmatizó un «Tráfico abyecto que conduce a tragedias humanas, a muertes».
El ministro francés afirmó que gracias a nuevas medidas de seguridad –como el envío de 500 policías franceses para ayudar a los 1.300 ya presentes en el lugar– «el número de intrusiones» se ha «dividido por diez en las últimas semanas», aunque admitió que «la situación es difícil».
Al principio del verano, el número de intrusiones era de 1.700, pero ha caído a entre 100 y 200 a principios de esta semana, según el grupo Eurotunnel y las autoridades locales.
Por su lado el gobierno británico dedicará 10 millones de euros en dos años para resolver la situación de los inmigrantes y refugiados en Calais.
El acuerdo firmado en Calais por los dos gobiernos prevé que Londres dedicará «medios suplementarios» para garantizar la seguridad del Eurotúnel.
Ello se hará mediante un «aumento de efectivos dedicados a la seguridad». Se creará en Eurotúnel una nueva sala de control y se desplegarán «equipos suplementarios para vigilar el tráfico de carga 24 horas al día y siete días a la semana para reducir el número de pasajeros en situación irregular», según el documento.
Ambos países crearán asimismo un «comando unificado» para luchar contra las redes de traficantes y un «equipo conjunto».
En el aspecto humanitario, el acuerdo prevé «intensificar la observación» de los inmigrantes y refugiados para «identificar a los más vulnerables y a las víctimas potenciales del tráfico» de seres humanos, en particular las mujeres y los niños, para otorgarles información y colocarlos en lugares seguros.
«Desfiguran la región de Calais con barreras que se denunciaban en África o España», criticó Jean-Claude Lenoir, presidente de la asociación Salam, que reparte comidas a los emigrantes.
En cambio, el presidente de Eurotunnel, Jacques Gounon, se congratuló por estas medidas.
Por otra parte, en declaraciones a la AFP, el presidente de la Cruz Roja internacional, denunció la «indiferencia» de Europa ante su mayor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial.
«Tenemos que acabar con la indiferencia» afirma. «¿Cuál será el punto de saturación? ¿Cuándo la gente se despertará para darse cuenta de que se trata de una verdadera crisis?», se preguntó Elhadj as Sy, presidente de la Federación internacional de sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés).