RENÁN ALCIDES ORELLANA
Escritor y Poeta
Francisco Gavidia, prescription humanista, buy cialis filósofo, dramaturgo, escritor, poeta y periodista salvadoreño, nació en San Miguel, el 29 de diciembre de 1863 (o 1864 o 1865, no está definido); y murió en San Salvador, en 1955.
Como les ocurrió a todos los alumnos de educación primaria de entonces, yo también supe por primea vez del poeta Francisco Gavidia, a mediados de la década 1940, al estudiar la asignatura Lenguaje, en la escuela urbana mixta de mi natal Villa El Rosario, al norte del departamento de Morazán. Después, durante la secundaria en San Miguel, me interesé en ahondar en la vida y obra del poeta. Cuando en 1959, ya en San Salvador, ingresé a la Facultad de Humanidades, de la Universidad de El Salvador (UES), el maestro Gavidia ya había fallecido…
Con el tiempo, durante mi ejercicio periodístico, tuve la oportunidad de leerlo, más detenidamente. En 1966, yo era parte de del grupo de periodistas de Diario Latino. Guillermo Machón de Paz era el Jefe de Redacción. Guillermo, hombre acucioso y observador, siempre estuvo pendiente de mi trabajo. Mi doble condición de estudiante universitario y de reportero -muy escasa entonces- le hacía estimular más mis actividades; sobre todo, vistos los bajos salarios de entonces, que apenas alcanzaban para sobrevivir y casi nada quedaba para costear los estudios. Paralelo a su cargo en Diario Latino, Machón de Paz también era el director de la Biblioteca Nacional, hoy “Biblioteca Francisco Gavidia”. Pendiente de mi situación personal y de mi realidad profesional, siempre indagaba cómo andaban mis finanzas. Un día, me llamó a su despacho.
– Haga su tiempo -me dijo- y visíteme en la Biblioteca Nacional… – Necesito que usted nos haga un trabajo de investigación, sobre el poeta Francisco Gavidia. Tendrá que analizar hoja por hoja “La Quincena” y “La Guirnalda Salvadoreña”, que están ahí mismo, en la Biblioteca. No le será difícil, y sus honorarios serán por obra… – concluyó.
“La Quincena” y “La Guirnalda Salvadoreña” eran una serie de publicaciones de principios del siglo pasado, con extraordinarios trabajos literarios, cuya colección debe permanecer ahí, en la Biblioteca Nacional. Machón de Paz quedó satisfecho por el documento “Vida y Obra de Francisco Gavidia”; y yo igual, por el trabajo realizado sobre el poeta Gavidia y por un poco de solvencia económica, para mientras. Así descubrí que Francisco Gavidia fue -es- un intelectual fuera de serie, en el ámbito cultural salvadoreño y centroamericano.
Destacado humanista y uno de los máximos exponentes de la cultura salvadoreña, abarcó todos los géneros literarios; fue conocedor y traductor de autores clásicos, filósofo apasionado y periodista muy informado sobre la realidad histórica, nacional y mundial. Por su capacidad intelectual, fue colaborador de varios periódicos y revistas del continente y fundador de varios medios de comunicación social impresos, como “El Semanario Noticioso” en 1888 y otros. Por su participación en la política, aunque sin ningún liderazgo, cuando Carlos Ezeta derrocó al Presidente Francisco Menéndez, en 1890, el poeta Gavidia salió al exilio hacia Guatemala y Costa Rica, donde ejerció el periodismo. En 1894 regresó al país, asumiendo cargos, como: redactor del “Diario Oficial” (1894), Director de Educación Pública (1896) y Ministro de Instrucción Pública (1898), entre otros.
Corto el espacio para consignar la obra literaria y humanística de Francisco Gavidia, pero hay méritos suyos que no pueden quedar al margen. Por ejemplo, mérito especial en el campo literario, y que le valió reconocimiento continental, fue el hecho de haber sido motivador y orientador del poeta nicaragüense Rubén Darío, mientras este residía en El Salvador, hacia una corriente de renovación modernista de la poesía, impulsando e incorporando ambos al castellano, para mejor sonoridad, el verso alejandrino francés. Se dice que el gran Rubén ponderó mucho esta sabia modalidad literaria de Gavidia, a nivel de todos los sectores de habla castellana. Una muestra ya clásica del alejandrino francés, introducido en la poesía de habla española, es la traducción, fiel y acertada, del poema “Stella”, de Víctor Hugo, cuyo comienzo dice: (ver recuadro)
También, por sus méritos como catedrático e intelectual destacado, la Universidad de El Salvador (UES) le confirió título de Doctor Honoris Causa, en 1941; y, además, fue fundador del Ateneo de El Salvador, en 1912; de la Academia Salvadoreña de la Historia, en 1925 y de la Academia Salvadoreña de la Lengua, en 1952. Y muchas más distinciones y reconocimientos, de entidades nacionales y extranjeras.
Un resumen escueto de su vasta obra de Francisco Gavidia, puede concretarse en “Historia Moderna de El Salvador” (Historia, 1917); “Júpiter” (Teatro, 1895) “Ramona” (Teatro, 1930) ; “Versos” (Poesía, 1878); “Los Argonautas” (Poesía, 1912); “Sóteer” (Poesía, 1912); “Cuentos y Narraciones” (Narrativa, (1931); y “La Princesa Citalá” (Teatro, 1946), entre muchas otras; además, cuenta con publicaciones dispersas: ensayo, teatro, poesía, cuento, tradiciones y muchos trabajos del género periodístico.
Quiero cerrar este breve comentario sobre Francisco Gavidia, con una expresión de José Mata Gavidia, nieto de Francisco Gavidia, porque sintetiza, de manera integral, su regia personalidad: “(Francisco Gavidia) es el creador del teatro, del cuento, de la ópera nacional, lo mismo que de nuestra literatura indígena. Descubre nuevos tipos de verso en la métrica castellana, es pionero del Modernismo, inventor de un idioma universal, autor de la primera historia crítica de El Salvador, Es poeta que canta el amor, el heroísmo, las preseas salvadoreñas y los valores patrióticos del mundo indígena”. (RAO).