Iván Escobar
@DiarioCoLatino
Frida K-fe cultural es un nuevo espacio alternativo dedicado a las expresiones artísticas, al comercio de libros usados, y desde luego saboreando una taza de café con un delicioso pan dulce. El local está ubicado en el sector de la otrora popular plazuela Zurita, entre la 14 Avenida Norte y Calle Delgado, N° 105, en el Centro Histórico de San Salvador.
“Una casa, un estudio abierto para quienes quieran explorar la técnica de la pintura o simplemente relajarse con los colores después de un día agitado”, invitó Obed Alfaro, uno de los gestores de este espacio en mayo pasado.
Hace dos meses abrió sus puertas Frida K-fe, siendo un espacio que mantiene la esencia de otros proyectos en los cuales ha participado Obed junto al colectivo de pintores, escritores, poetas, teatreros, comerciantes de libros usados y más que vienen impulsando el arte y la cultura en el centro histórico desde 2012.
Este nuevo espacio se suma a otros que desde hace cinco años surgieron en el Centro Histórico. Sí, este centro al que muchos le temen y que otros lo odian, ahí, este colectivo de jóvenes artistas rompen el esquema tradicional del arte y la cultura que por años se ha mantenido en las élites sociales de este país, pero que ellos ahora lo acercan a los hombres y mujeres de a pie, a los habitantes y transeúntes de este centro.
En medio del caos vehicular, contaminación, basura, desorden, ventas informales y más, estos artistas, desde 2012, impulsan el arte y la cultura, desarrollando talleres de formación de pintura, dibujo al natural, música, arte, estatuismo, y otras ramas, los cuales en su mayoría beneficia a sectores que tradicionalmente son excluidos, integran a niños y jóvenes hijos de comerciantes informales, a quienes les ayudan a conocer las diversas expresiones del arte.
Y es que este colectivo artístico que ahora se centra en desarrollar Frida K-fe, fueron los que iniciaron otros proyectos como: el Centro de Artes “Hermanos Aguilar”, luego impulsaron de forma novedosa el proyecto de La Casa Tomada del Centro, el cual cerró en febrero de 2015 físicamente, pero su esencia sigue presente en el centro capitalino, y sigue siendo un verdadero referente para los espacios alternativos.
Posteriormente se integraron al proyecto cultural Maktub, que inició el 15 de agosto de 2015, con el apoyo del empresario capitalino, Héctor Bigith, café que se ubica en la segunda planta del legendario edificio Letona, en las cercanías del Teatro Nacional.
Los artistas tal cual su naturaleza propia de explorar y crear salieron del espacio, y una parte de ellos dio vida al proyecto de la galería de arte y taller Creart estudio. Y desde mayo de 2017 dan vida al proyecto Frida K-fe, con el cual se integran todas estas ideas y propuestas, y se abre un espacio en uno de los lugares que muchos consideran violento, contaminado y falto de interés. Pero que estos artistas se trazan como desafío reactivarlo desde la visión cultural, desde la visión del arte, exponiendo en las aceras del local que alberga el café, sus pinturas, sus libros usados, leyendo poesía en horas de la tarde, o desarrollando intercambios culturales con otros colectivos ante los cientos de personas que a diario transitan por la zona.
A lo largo de estos años estos jóvenes artistas vienen impulsando sus proyectos artísticos y creaciones en conjunto con la comunidad que les rodea, sean estos comerciantes informales, hijos de estos o simples ciudadanos quienes, al tendérseles la mano amiga del arte y la cultura la reciben con agradecimiento, llegan a integrarse y defender con propiedad las propuestas alternativas. Es ahí, cuando se logra el objetivo, advierte Obed, el pintor y muralista que hoy en día está desarrollando un taller de formación con niños de la zona del Zurita.
Mientras que Marcos Benjamín, joven artista, impulsor del taller de dibujo al natural, y quien se integra junto a su taller a esta nueva propuesta cultural para la expresión artística en la capital, destaca la necesidad del trabajo colectivo para dar continuidad a las ideas y contribuir desde estos espacios a la cultura y el arte en el corazón de la ciudad.
De esta forma los artistas están demostrando una vez más que a pesar de carecen del apoyo de las autoridades locales o gubernamentales, y aun que no cuentan con recursos económicos, ellos están en la disposición de continuar con sus únicos recursos y herramientas: pinceles, hojas de papel, libros usados, pinturas, y café con pan, junto con su creatividad, para seguir acercando el arte y la cultura a los capitalinos.
El lugar está inspirado en el nombre de la artista mexicana, Frida Kahlo, una mujer que en su época revolucionó el arte y la cultura de la nación azteca, algo que les motiva a estos jóvenes artistas de diversas expresiones.