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Zelande/Holanda/dpa
El italiano Vincenzo Nibali y el colombiano Nairo Quintana, shop dos de los grandes favoritos a la victoria final en el Tour de France, here perdieron casi un minuto y medio respecto a sus principales rivales en una etapa que en teoría iba a ser de transición, pero que estuvo marcada por el viento y la lluvia.
El alemán Andre Greipel se impuso en el sprint en la ciudad holandesa de Zelande, seguido del eslovaco Peter Sagan y el suizo Fabian Cancellara, que se convirtió en el nuevo líder de la carrera gracias a los cuatro segundos de bonificación que logró.
“Sinceramente no me esperaba ya el maillot amarillo, tal vez en los próximos días”, afirmó Cancellara. “Hoy en día, pensé que era más para los velocistas. Yo vine al Tour para ganar y obtener la contrarreloj del sábado, pero no gané ayer y ni hoy, aunque hice un buen sprint en el final y llegué tercero y quedé con la camiseta amarilla. Eso es realmente un éxito. Siempre es especial”, añadió el suizo.
El grupo de cabeza, donde estaban el español Alberto Contador y el británico Christopher Froome, llegó a la meta después de completar los 166 kilómetros de la segunda etapa, entre Utrecht y Zelanda, en 3:29:03 horas.
Nibali y Quintana quedaron cortados tras una caída y no pudieron reengancharse en el grupo de cabeza. Cruzaron el cartel de meta 1:28 minutos después de Greipel.
“Tuve mucha mala suerte, ya que algunos corredores se cayeron adelante mío. Yo no llegué a caerme, pero después me tocó otra vez la mala fortuna con un pinchazo”, se lamentó el italiano, que igualmente minimizó el incidente. “No hay que dramatizar. Aunque duela, queda casi toda la carrera”, añadió el ganador del año pasado.
Así, Froome queda como el primero de los cuatro grandes favoritos en la clasificación general. El británico está décimo a 48 segundos de Cancellara.
Contador está a doce segundos de Froome, mientras que Nibali quedó a 1:21 del británico y Quintana, a 1:39. “Metimos diferencias muy buenas para una etapa que en teoría era llana y tenía que ser de transición”, valoró el español.
“Hubo momentos en los que fui al límite, pero sabíamos que era importante apretar. En días así se puede sacar más ventaja que en la montaña”, añadió el ganador del Giro.
Hoy se correrá la tercera etapa, de 159,5 kilómetros y que terminará en el muro de Huy, donde se espera un final de carrera repleto de ataques por parte de los escaladores más explosivos. La pendiente final de Huy tiene rampas de hasta el 19 por ciento.
