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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Debido a que el incremento de la deuda pública ha sido la principal medida económica implementada durante la pandemia del COVID-19, la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN) y los Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) propusieron que para incrementar los ingresos se debe implementar el impuesto al patrimonio a 160 personas, aumentar la tasa del impuesto sobre la renta al 30 % a quienes tienen mayores ingresos, y el combate a la evasión del IVA.
Otra de las propuestas en cuanto al gasto público es aumentar la eficiencia del gasto sobre la base de los multiplicadores, incrementar la función de empleador de último recurso y aumentar la inversión pública. Además, es importante renegociar la deuda y diversificar el mercado con LETES y CETES a los hogares.
Oscar Cabrera -presidente de FUDECEN- dijo que históricamente la política fiscal primó por eliminar el impuesto al patrimonio directo y se basó en impuestos indirectos como el IVA o a través del endeudamiento, eso ha hecho que el pago de los intereses de la deuda haya incrementado desde 2012 hasta la fecha en alrededor de $991 millones, eso hace que el déficit fiscal a registrar este año sea cercano al -13 %, lo cual no se había visto desde la década de los 90s, que es parecido al déficit fiscal registrado durante la guerra civil.
Añadió que para reducir la deuda y dar un “golpe de timón” a la recaudación tributaria es necesario que no se base en impuestos indirectos, pues dos terceras partes de la recaudación son impuestos indirectos, impuestos regresivos penalizan a los hogares que son quienes compran bienes y servicios y aportan el 85 % del PIB.
El presidente de FUDECEN detalló que la propuesta es un impuesto al patrimonio a 160 personas que son los ultras ricos de El Salvador, quienes obtuvieron en 2014 una riqueza de 24 mil millones cercano al 84 % del PIB, dicho impuesto sería en tramos, más de cinco millones obtenidos de ingresos la tasa anual es de 1.5 %. “Esto cambia la modalidad de recaudación desde el 40.2 % que es los impuestos directos actualmente y queremos que suba hasta el 60 % de aquí hasta el 2030. Nosotros no recomendamos una subida de 2 a 3 puntos de IVA como lo recomendó el Fondo Monetario y que el gobierno firmó la carta de intenciones”, enfatizó Cabrera.
Otra propuesta es incrementar un 20 % la tasa de tributación efectiva del impuesto de la renta a las personas que más ingresos reciben, así como continuar trabajando en el combate a la evasión del IVA. De aprobar el impuesto al patrimonio se estaríamos recaudando $30 millones anuales, mientras que, con los cambios en el impuesto de la renta se recaudarían $100 millones. Tanto FUDECEN como PROES recomendaron medidas efectivas como separar la Dirección General de Impuestos Internos del Ministerio de Hacienda, y que sea una entidad autónoma con su propio presupuesto, como en el caso de Guatemala y Chile que son los mejores estándares internacionales.
Asimismo, facultar a la Dirección General de Impuestos Internos para ejecutar de manera exclusiva la administración de los impuestos, así como el cobro de las deudas tributarias, para evitar duplicidad de funciones con otras instituciones como es el caso de la Fiscalía y el entorpecimiento de los procesos.
“Hasta 2023 vamos a producir bienes y servicios al nivel de 2019, si esas son las condiciones para la producción de bienes y servicios obviamente en términos de mercado laboral con una perdida estimada de 1.5 millones de ocupaciones formales e informales, las condiciones de vida para la población salvadoreña no son favorables hasta este momento”, explicó Cabreras.
A la vez, recomendaron que se aborde la crisis sanitaria del coronavirus con un enfoque familiar, comunitario e integral, con una Atención Primaria en Salud Integral (APSI), donde los promotores establecen contacto con la comunidad, mientras se implementa la vigilancia epidemiológica comunitaria.
Se debe revisar y actualizar los protocolos y lineamientos del manejo de la pandemia desde un enfoque epidemiológico y de salud pública, que sean asumidos y aplicados por todos los proveedores del sector salud y de conocimiento de los otros sectores según su competencia; así como elaborar un plan de abordaje integral para determinar roles, funciones, recursos y acciones estratégicas, indicadores de salud e impacto para ser desarrollados en todos los niveles de atención.
Mientras tanto, Cesar Villalona -directivo de PROES- dijo que ante la falta de una planificación del Estado es necesario contribuir a la discusión y el debate nacional, búsqueda de acuerdos para superar la crisis económica y sanitaria del Coronavirus.
Sostuvo que en la Asamblea Legislativa ya está el proyecto del presupuesto para 2021, aunque hay un incremento en la asignación del Ministerio de Salud en el primer nivel de atención, este es solo un aumento de $25 millones, que es inferior a la disminución de este año de $35.5 millones, pues no se vuelve a la inversión de 2019 en un momento de una situación de salud agravada.
“No hay una vuelta a la Reforma de Salud con énfasis en la atención primaria de la red de salud que permitió logros como la reducción de mortalidad materna que en el país era de 49 por cien mil nacidos vivos en 2008 y bajó a 28, y la mortalidad infantil que había bajado de 23 a 9 por mil”, argumentó Villalona.
Según los representantes de FUDECEN y PROES, la vía más sostenible para reducir la deuda en El Salvador no es recortando el gasto sino crecer económicamente, pues ahora no es momento de pensar en la prioridad de política de austeridad, lo que se debe cambiar es la recaudación por impuestos directos y no impuestos indirectos.
