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Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Solo la esperanza fue verde, el Dragón acabó morado de cólera y vergüenza ante un Saprissa que realmente es un monstruo al menos para el nivel del fútbol salvadoreño. Anoche los mitológicos cayeron en las garras de los Morados que aplastaron a los cuscatlecos con un categórico 6-0.
A los pupilos de Omar Sevilla se les vino la noche desde muy temprano. En tres minutos ya estaba abajo en el marcador y cuando el cronómetro cruzaba el ´22 había encajado cuatro goles, castigo exagerado, pero inapelable.
El monstruo morado salió a finiquitar el duelo desde el pitazo inicial, y lo consiguió a balón parado. Al minuto tres en un tiro de esquina Rolando Blackburn descorchó el marcador, y luego bajó la misma fórmula Francisco Calvo puso el 2-0 en el minuto diez. Era la defensa migueleña un manojo de nervios y el Saprissa un boxeador ofensivo con mucha pegada. Al ´16, Adolfo Machado se incorporó en ataque y puso en aprietos nuevamente a Henry Hernández con un remate que le quemó los guantes, dos minutos después Marvin Angulo aprovechó un centro para poner de cabeza el 3-0.
La fiesta para la hinchada de los morados continuó en el ´22 con un zurdazo raso de Mariano Torres que significó el “póker” tempranero para los locales que hoy celebran no solo la goleada sino que lideran su grupo en la Liga de Campeones de la CONCACAF.
Ya con la paliza encima Sevilla quiso evitar la catástrofe y retiro volante Luis Valencia para darle ingreso al espigado zaguero Raúl González. El cambio permitió a los migueleños ajustar la zona baja y eso permitió cerrar el grifo y evitar más goles en la etapa inicial.
Fue fundamental también el trabajo de Hernández bajo los tres postes pues acertó en al menos seis intervenciones para evitar una mayor paliza.
Con el marcador asegurado el Saprissa bajó revoluciones en la etapa de complemento, pero jamás permitió que el Dragón gobernara la pelota y mucho menos que tuviera control del partido.
Los ticos continuaron marcando el paso y exigiendo a Hernández que más tarde tendría que sacar desde el fondo de su cabaña dos balones más.
Dragón se quedó con diez hombres ante la expulsión de Vladimir Osorio en el ´71, e intentó mantener el resultado en cuatro goles en contra, pero ya sobre el final Blackburn reapareció con el 5-0 en el 87, y un minuto después Ulises Segura puso pizarra de 6-0, confirmando una historia que parece un cuento de terror para los equipos salvadoreños cuando cruzan el río Paz o el Guascorán para jugar un torneo internacional.
