Nelson López*
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Ahora, por cualquier medio, sobran consejos y toda clase de pensamientos, que si les vemos el lado positivo nos pueden sacar de grandes complejos que sufrimos en estos tiempos, sobre todo de inferioridad; luego de las insultadas que desde la USA nos trasladan con clase y arrogancia.
Lo peor de todo es que alguien dijo, que el mayor síntoma de nuestro baja autoestima es la falta de conciencia de clase, y le llovió de todo en los comentarios, sin que ni siquiera intentara defenderse, lo peor es que ahí van los insultos contabilizados desde los escritos, por los baby bommers que nacieron allá por los años 50 hasta de los milenials, que por ahí andan dando vueltas.
Solo por eso aquí les traslado breves historias, que les pueden sacar de las depresiones que les tienen traumados y frustrados y que las hizo alguien para que las compartieran por cualquier medio.
Espero que te gusten estas seis historias:
Un día los hombres del pueblo decidieron orar para pedir que lloviera. El día de la oración toda la gente se reunió, pero solo un niño llegó con paraguas.
Eso es fe.
Cuando avientas a un bebé por el aire y se ríe, es porque sabe que lo atraparás de nuevo. Eso es confianza.
Cada noche nos vamos a dormir sin la seguridad de que estaremos vivos a la mañana siguiente, sin embargo, ponemos la alarma para levantarnos.
Eso es esperanza.
Hacemos grandes planes para mañana a pesar de que no conocemos el futuro en lo absoluto. Eso es seguridad.
Vemos el sufrimiento en el mundo y a pesar de ello nos casamos y tenemos hijos. Eso es amor.
Había un anciano con la siguiente leyenda escrita en su camiseta: NO TENGO 70 AÑOS… TENGO 16 CON 54 DE EXPERIENCIA. Eso es actitud.
Bueno vive tu vida así con fe, confianza, esperanza, seguridad, amor, actitud y comprenderás que podemos perfectamente aceptar con los pies en el suelo, que nosotros somos seres con grandes variables y a pesar de ello tenemos en común cualquiera de esas virtudes que nos da la vida, y también nos las enseña cuando tropezamos y caemos y nos levantamos.
¡Adelante salvadoreños! Y como dice un casi octogenario pero con energía y sin miedo ¡Fuera demonios!