Nueva York/AFP
Intensas nevadas, fuertes vientos y un frío glacial golpeaban el viernes el noreste de Estados Unidos, donde la primera gran tormenta de invierno del año afectaba a varios estados y ciudades importantes, impactando el tráfico aéreo.
Para Nueva York, se pronostican más de 20 centímetros de nieve y vientos helados superiores a los 50 kilómetros por hora, con temperaturas de hasta -12 grados Celsius y una sensación térmica que podría llegar a -23°C.
Unos 2.200 vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos, habían sido cancelados en la región, según el sistema de seguimiento de viajes aéreos FlightAware.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, según sus siglas en inglés) emitió alertas de fuertes tormentas de invierno en una extensa área del país, que abarca desde Chicago a Nueva York, casi toda Nueva Inglaterra, e incluso la capital Washington.
«Se prevé una franja de fuerte nevada desde el este de Pensilvania hasta la costa sur de Nueva Inglaterra», con «una masa de aire muy frío que se moverá sobre el este de Estados Unidos», señaló en su último parte el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS, según sus siglas en inglés).
El fenómeno, «con muchas áreas que verán temperaturas 20 o 30 grados (Fahrenheit) por debajo de los normal con posibles récords», abarca los estados de Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Nuev York, Nueva Jersey y Pensilvania, agregó.
Las crudas condiciones meteorológicas también afectaban el medio-oeste del país, con nevadas importantes y la cancelación de vuelos en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago.
La advertencia de tormenta invernal rige para Nueva York hasta el mediodía de este viernes, por lo que las autoridades pidieron a los residentes permanecer en sus hogares para que se puedan realizar las tareas de acondicionamiento urbano.
Unos 450 distribuidores de sal para derretir el hielo fueron colocados en la madrugada del jueves y unos 1.700 camiones estaban operativos para barrer la nieve de las calles.
«Estamos listos»
Pero el comisionado de Sanidad Pública, John Doherty, dijo que incluso habiendo desplegado todo el equipo de la ciudad, que trabajó en la noche del jueves y la madrugada de este viernes para enfrentar la tormenta, la tarea de despejar las calles era difícil y pidió paciencia, dijo el New York Times.
«Mucha gente espera que en la ciudad de Nueva York se vean las calles negras todo el tiempo», dijo Doherty. «Eso nos va a llevar un tiempo».
En la Gran Manzana, donde el jueves por la noche cayeron gruesos copos de nieve, la tormenta servirá como primera prueba para el nuevo alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, quien asumió su cargo el miércoles.
De Blasio dijo el jueves que la ciudad estaba enfocada «como un láser» para encarar la emergencia meteorológica.
«Estamos listos», señaló, y pidió a los residentes no salir y, de hacerlo, utilizar el transporte público, aunque mencionó posibles retrasos en el servicio.
«Por favor, a partir de esta noche, quédense en casa. Si no necesitan salir, no salgan», dijo De Blasio.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia e instó por su parte a la población a usar el transporte público, advirtiendo de posibles cierres de carreteras debido a las inclemencias del tiempo.
En el vecino estado de Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie declaró también el estado de emergencia.
Su colega, el gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, ordenó por su parte a los empleados estatales irse temprano a casa el jueves para evitar congestiones de tráfico en la tarde y la noche.
Las autoridades también advirtieron sobre el riesgo de congelación o hipotermia debido al intenso frío esperado.
En Boston, donde se pronostica para este viernes una fuerte nevada y se espera que las temperaturas caigan a -21°C, las escuelas y las oficinas estatales permanecerán cerradas.
En algunas partes de Massachusetts se esperaban hasta 60 centímetros de nieve y el gobernador Deval Patrick anunció el cierre de la administración publica estatal el viernes, pidiendo al sector privado hacer lo mismo.
«Estas circunstancias son peligrosas», dijo la noche del jueves. «Hay una acumulación de nieve mayor incluso de lo previsto».
Vuelos atrasados
La llegada de la tormenta provocó retrasos y anulaciones de miles de vuelos en la región desde el jueves por la tarde.
El aeropuerto JFK de Nueva York sufría demoras de varias horas en los aterrizajes y anuló unos 100 vuelos. En Newark (Nueva Jersey, este), que sirve a Nueva York, había más de 350 vuelos cancelados, y en LaGuardia, el tercer aeropuerto de la Gran Manzana, cerca de 170, según el sitio especializado FlightAware.
En Chicago, unos 700 vuelos fueron anulados y otros 800 sufrían retrasos. El aeropuerto Logan de Boston, que registraba unas 120 anulaciones, anunció que dejaba de operar a las 20H30 locales (01H30 GMT del viernes).
Para el viernes, ya había más de 500 vuelos anulados en los tres aeropuertos neoyorquinos, de acuerdo con FlightAware.