Por: Rolando Alvarenga
Guatemala superó a El Salvador en el medallero final del torneo Clasificatorio de Tiro para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, y dejó en evidencia que el tiro salvadoreño no atraviesa su mejor momento.
Los chapines acabaron el certamen en el cuarto lugar con 1 oro, 5 platas y 4 bronces; mientras que los salvadoreños terminaron séptimos con 2 platas y 6 bronces. El certamen fue ganado por México.
Atrás quedaron los años en que el tiro salvadoreño imponía respeto en la región, ya que ahora los chapines vienen a nuestra casa a pescocearnos y dejan mal parada a la federación.
Y es que no se está perdiendo porque los atletas de casa sean malos, ¡no!; se está perdiendo por situaciones al interior de la federación que están pasándoles factura a los atletas.
Afirmo lo anterior porque estuve presente en el torneo clasificatorio y descubrí una serie de factores que contribuyeron al derrumbe cuscatleco, ante una Guatemala que no es superior en material humano.
El principal factor que identifiqué fue el armamento de los atletas salvadoreños, el cual da vergüenza y apenas cumple con los requisitos básicos para competir en la alta competencia. Pistolas y fusiles que dan pena, ante las modernas armas tecnológicas de los rivales de la región y el Caribe.
Y el tema de las armas pasa por la dejadez de la federación, pues me enteré de que esta no envió a tiempo la documentación oficial para que Melissa Mikec pudiera traer su propio fusil, por lo que le tocó competir con un fusil prestado y eso terminó afectado su desempeño.
Otro factor que influyó fue el trato que se les dio a los atletas salvadoreños respecto a los extranjeros. Por ejemplo, la pistolera Lilian Castro, que vive en Santa Ana, solicitó a la federación ser alojada en un hotel capitalino para evitar la fatiga del viaje diario; sin embargo, la respuesta fue negativa y al final tuvo que viajar todos los días desde la Ciudad Morena.
Para quien sí hubo espacio en un hotel capitalino fue para la simpática y carismática “miss gerente” y su secretaria.
Otro factor que me llamó la atención es que a los atletas chapines les daban $ 70 diarios en concepto de viáticos durante el clasificatorio; mientras que a los atletas salvadoreños, cuando fueron al Festival Olímpico en Guatemala, les dieron $ 10 diarios.
Y, finalmente, me enteré sobre un inaceptable abuso que está realizando una “alta ejecutiva bien desarrollada”, el cual la federación y el INDES no deben permitir. Este rollo se los contaré otro día, para ver si esta situación cambia.
*Los conceptos vertidos en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien los presenta.