Ginebra/AFP
Un agente penitenciario guatemalteco, site Luis Alfredo Linares Pérez, check acusó este jueves a sus jefes y al exdirector general de la policía guatemalteca, try Erwin Sperisen, de organizar el asesinato de varios reclusos durante la toma de una cárcel en el país centroamericano el 25 de septiembre de 2006.
«Ahí se cometió un crimen y yo no estaba dispuesto a respaldar esos errores», manifestó Linares Pérez, que afirmó ante el Tribunal Criminal de Ginebra que vio o supo que se cometieron cinco de los siete asesinatos que investiga la corte.
Sperisen, que tiene la nacionalidad guatemalteca y suiza, fue director de la Policía Nacional Civil (PNC) entre 2004 y 2007.
«Yo soy militar y como militar sé que existe una cadena de mandos, y también sé que en una área de responsabilidad nada pasa sin el conocimiento del mando», precisó Linares Pérez.
El ex funcionario mencionó como su superior jerárquico a Mario García Frech, director de seguridad del servicio penitenciario, cuyo jefe era a su vez Alejandro Giammattei, dos de los cómplices de Sperisen, según la fiscalía suiza.
«El jefe máximo fue Vielmann (Carlos, ministro del Interior), y en línea directa están Sperisen y el tercero Figueroa (Javier, segundo al mando de la PNC)», indicó Linares Pérez.
El funcionario aseguró que se le había encomendado confeccionar una lista con los reclusos que habían conformado por iniciativa propia un Comité de Orden y Disciplina, para detenerlos, aunque luego la operación derivó en una serie de ejecuciones extrajudiciales.
Linares Pérez señaló que visitó la cárcel y se entrevistó con varios detenidos, y luego elevó una lista de 18 reclusos, pero que García Frech le ordenó agregar siete nombres más, y quedó constituida una lista definitiva de 25 detenidos.
Sin embargo, cuando llegó al penal de Pavón para llevar a cabo la requisa, el servicio penitenciario fue desplazado y la operación quedó en manos de Sperisen, al frente de la PNC.
«Todo fue un plan que pretendía eliminar a esas personas, pero no tuvieron tiempo para matar a todos, por el desorden que ellos mismos armaron, y solo lograron matar a siete», aseguró.
«Sacaron a los presos desnudos de manera caótica, para llevarlos a otro penal, pero perdieron el control», explicó Linares Pérez.
El funcionario aseguró que denunció el caso pero que ante el miedo a represalias acabó huyendo al extranjero, con la ayuda de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada por la ONU.