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Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Para los jóvenes del área rural del país la educación superior es un sueño difícil de alcanzar, ya que en su mayoría proceden de hogares de escasos recursos económicos y desde temprana edad se ven obligados a abandonar la escuela para ayudar a sus padres y conseguir el sustento diario.
Esto impacta aún más a las niñas ya que el limitado acceso educativo para la primera infancia y adolescencia, la falta de desarrollo de competencias para la vida desde el sistema educativo, el enfoque tutelar que no concibe a la niñez como sujeto con derechos, la situación de violencia y delincuencia, entre otras, desemboca en deserción escolar y en algunos casos matrimonios a temprana edad que ponen fin a sus sueños.
Estas son las brechas que impiden a la niñez gozar plenamente de sus derechos que la Fundación EDUCO busca reducir a través de proyectos para mejorar sus condiciones de vida, programas que en 2017 beneficiaron a más de 69 mil niños y niñas de los municipios más vulnerables del país.
Kathia Cruz, es una joven de 16 años, del municipio de Jayaque en el departamento de la Libertad, que resultó beneficiada por el proyecto “Construyendo Mi Futuro” por medio del cual EDUCO genera oportunidades de acceso a la educación en forma de becas para 143 niñas del área rural que cursan tercer ciclo y bachillerato a fin de asegurar su permanencia en la escuela y la finalización de sus estudios.
Para Kathia, la ayuda que le brinda EDUCO por medio de este programa es de suma importancia, ya que por medio de ella tiene la posibilidad de culminar sus estudios de bachillerato y en el futuro ser una profesional, algo que por provenir de una familia de escasos recursos le parecía imposible.
“Mi madre es soltera y ella no tenía la posibilidad de ayudarme con mis estudios y gracias a EDUCO tengo la esperanza de poder graduarme de bachillerato y luego iniciar mis estudios de Licenciatura en Matemáticas, que es mi sueño”, expresó la joven.
Según la becaria, el programa no solo le apoya económicamente con sus estudios, sino también en la parte psicosocial, mejorando su autoestima y enseñándole a reconocerse como una persona con derechos y deberes.
A pesar de la beca de estudios que le brindó EDUCO, para Kathia no es fácil la rutina diaria, que inicia a las cinco de la mañana al levantarse y prepararse para ir a estudiar, al llegar del colegio, el resto del día alterna sus tareas escolares con oficios del hogar y la preparación de venta para apoyar a su madre a procurar el sustento diario, tareas que para la joven no representan un obstáculo sino oportunidades para salir adelante.
“Son ocupaciones en las que tengo que ayudar a mi mamá para poder salir adelante y funcionar como familia”, expresa la joven.
En paralelo al programa de becas, la Fundación EDUCO desarrolló desde 2017 a la fecha, 12 proyectos enfocados en educación, protección y gobernanza en 68 municipios de 8 departamentos con la finalidad de garantizar el acceso a enseñanza inclusiva y de calidad, salud, nutrición y a la ciudadanía activa.
La fundación trabajó durante 2017 con más de 493 centros educativos, 7 mil 847 adultos, 455 actores locales y funcionarios de las diferentes instituciones de Estado para apoyar a jóvenes como Kathia a cumplir sus sueños.
