Juan José Tamayo*
En los dos artículos anteriores del blog describí “Mi encuentro con Gustavo Gutiérrez” durante mi estancia en Lima. Fue sin duda un verdadero “kairós”. Al menos así lo viví yo. Pero hubo también otros momentos especialmente significativos y muy gratificantes. Durante los cuatro días que viví en la capital de Perú se multiplicaron los encuentros con diferentes colectivos. La invitación inicial vino de la Facultad de Teología y Religión AETE, quien me pidió dictara un curso sobre “Fundamentalismos políticos y religiosos”. Lo inicié en un lugar privilegiado y de máxima significación política: el Congreso de la República. Fue organizado conjuntamente por AETE y el partido político Nuevo Perú, que contó con la participación de la congresista Tania Pariona. Se excusó por compromisos previamente adquiridos la congresista del mismo partido, Indira Huilca.
La asistencia a la conferencia fue numerosa y muy participativa. El debate giró en torno al fenómeno del fundamentalismo en Perú, país que había visitado el papa Francisco unos meses antes, donde en Puerto Maldonado tuvo un memorable encuentro con los pueblos indígenas de la Amazonía. Todavía se recordaba la pregunta del Papa en una reunión con los obispos peruanos: “¿qué le pasa a Perú que cada vez que sale un presidente lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso, Fujimori estuvo preso, Alan García está que entra que no entra, y presos con rabia, ¿no?”. Poco después de la visita del Papa fue destituido el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Las dos conferencias siguientes del curso se celebraron en el auditorio CONEP y giraron en torno a “Religión, patriarcado y violencia de género” y “Religiones y Derechos Humanos: Un contencioso histórico. Aportaciones mutuas”. Sobre este último tema versó la conferencia que impartí en la Universidad Rafael Palma, invitado por Edgardo Rodríguez Gómez, director del Instituto de Investigación de la misma universidad. Rodríguez Gómez es doctor en Filosofía del Derecho, máster en Derechos Fundamentales por la Universidad Carlos III de Madrid. Colaboró conmigo durante varios años en la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría” de la misma universidad. Estuvimos acompañados por la directora general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Fue precisamente en la Universidad Rafael Palma donde el politólogo y científico social Aníbal Quijano creó la cátedra “América Latina y la Colonialidad del Poder”, donde ha desarrollado sus teorías sobre la raza, la colonialidad y el eurocentrismo, que dieron lugar a la creación del grupo de investigación Colonialidad-Modernidad. Uno de los días de mi estancia en Lima me propusieron visitarlo, pero mi agenda estaba tan recargada que no me fue posible aceptar la invitación. Lo sentí de verdad. Hubiera sido otro momento privilegiado.
Unos días después de mi retorno a España recibí la noticia de que Aníbal Quijano había fallecido a los 90 años. Aníbal Quijano fue uno de mis guías en la redacción de mi libro Teologías del Sur. El giro descolonizador (Trotta, Madrid, 2017). Recomiendo la lectura de su libro Cuestiones y Horizontes. De la dependencia Histórico-estructural a la Colonialidad/Descolonialidad del Poder, una antología de sus textos con selección y prólogo de Danilo Assis Clímaco.
En la facultad de Teología y Religión mantuve un conversatorio en torno a “Teologías contra-hegemómicas y post-coloniales” de gran nivel intelectual. Participaron cerca de cuarenta personas: teólogas, teólogos, cientistas sociales, líderes religiosos de diferentes confesiones y estudiantes de teología y ciencias políticas y sociales con excelentes aportaciones en torno a la inter-trans-culturalidad y el diálogo inter-trans-religioso, la relación con los movimientos sociales, la incorporación al debate teológico de los problemas y los lenguajes de la juventud, la lectura bíblica decolonial y la necesidad de pensar de otra manera (alguien dijo “heréticamente”).
La CONFER (Conferencia de Religiosos y Religiosas) de Perú me invitó a dictar una conferencia sobre “Monseñor Romero, mártir por la justicia” con motivo de su canonización en octubre de este año. Desde el primer momento observé nuestra sintonía. Me acogió con gran hospitalidad la secretaria general María Inés Menocal Lepe. Fui presentado por Alejandro Cusianivich, quien fuera uno de los teólogos que me introdujo, junto con Gustavo Gutiérrez, en la teología de la liberación a principios de la década de los setenta del siglo pasado, con su libro Nos ha liberado, editado por Sígueme en 1973. Lo tengo en mi biblioteca junto al de Gustavo y sigo consultándolo frecuentemente.
La CONFER en Perú es una institución religiosa abierta a los nuevos climas culturales, sensible a las situaciones de pobreza y discriminación, comprometida en la lucha por la justicia social y la equidad de género. Muchas de las comunidades religiosas viven en zonas marginales de la sociedad peruana, testimoniando allí el mensaje cristiano de liberación desde la opción radical por las personas y los colectivos empobrecidos. Por dichas actitudes y opciones en favor de los sectores más vulnerables de la sociedad peruana la CONFER ha sido con frecuencia objeto de fuertes controles por parte del arzobispado de Lima. Quiero destacar especialmente su compromiso contra la violencia de género y la lucha contra el patriarcado instalado en la sociedad y en las instituciones religiosas.
Sobre Monseñor Romero tuve un encuentro muy grato con las Hermanas de San José de la Aparición, que me acogieron en un clima de convivencia en la Casa Residencia de San José, donde estuve hospedado durante mi estancia en Lima. Quiero expresarles mi agradecimiento.
Invitado por la Facultad de Filosofía y Teología de la UNIFÉ, universidad del Sagrado Corazón, impartí una conferencia sobre “¿Ha muerto la utopía? ¿Triunfan las distopías?” al profesorado y a las estudiantes. Me resultó especialmente esperanzador el interés que mostraron por buscar caminos de utopía para salir de la apatía-ambiente y trabajar por la transformación de las estructuras injustas.
Recuerdo gratamente el encuentro con mi amigo Alejandro Wiese, actual provincial de los Franciscanos de Perú, que hizo la licenciatura en Sagrada Escritura en Jerusalén y el doctorado en Teología Bíblica en la Universidad Pontificia de Comillas. Conocí Israel/Palestina junto con mi hijo Roberto bajo su guía la Semana Santa de 2010. Le acompañé en la elaboración de su rigurosa investigación doctoral en torno a las Siete Cartas a las Iglesias del Apocalipsis.
Volveré a Perú próximamente para participar en nuevos encuentros dentro de unos meses.
*Juan José Tamayo. Libros más recientes son: La utopía, motor de la historia (Fundación areces, Madrid, 2017); Teologías del Sur. El giro descolonizador (Trotta, Madrid, 2017) y ¿Ha muerto la utopía? ¿Triunfan las distopías? (Biblioteca Nueva, Madrid, 2018); Dom Paulo testimunhos e memorias sobre o Cardeal dos Pobres (editor y coautor con Agenor Brighenti), Paulinas, Sâo Paulo, 2018).