FUNDAMENTAR LOS FINALES
Por Wilfredo Arriola
Es diciembre y parece que todo cobra un ambiente distinto. Hay un clima favorable o por lo menos días en que suelen ser diferentes a lo cotidiano del año. Se cierran ciclos, se clausuran temporadas, se avanza en procesos academicos, laborales, se gana experiencia, se pierden amigos se consolidan otros, es así, diciembre es quizá el domingo del año. En esa suma, siempre hay un espacio para el dialogo interno, ese de preguntarse por lo labrado y por lo conseguido, no todos lo hacemos, pero cuando llega la nostalgia es lo primero que asalta, el resumen de lo que ya no está.
Se remoran épocas, es usual que uno recuerde la polvora de aquellos periodos, de mucho juego y dinamicas de cierre de los últimos 365 dias, fueron oportunidades para el hallazgo y para la admiración, esas barajas de cada día no siempre contenian lo esperado, de curva en curva nos va dejando el sabor de boca que vamos preparando detallar allá por el umbral de navidad y fin de año.
Los dias previos, se corre por todo, por los preparativos finales, unos salen de viaje, otros ultiman cenas importantes, despedidas, lugares emblematicos que se quedaran en el recuerdo donde mejor sea recibido y en ese sendero se hace el inventario de la pregunta que se escurre entre las manos ¿en quién nos vamos convirtiendo? Además, del valido remate de ¿Quiénes estamos dejando de ser? ¿A qué saberá esta navidad? Independientemente de las razones de cada uno, con seguridad la suma de las respuestas dará por resultado el fruto de las acciones personales y su respectivas consecuencias, para bien o para mal.
Lo cierto es que nos vamos llenando de experiencias y de lapsos formidables para el recuerdo, avanzamos en una pandemia que nos ha dolido por todos lados y cada día se aprende a convivir con ello, la fortaleza de lo transcurrido nos hace cada vez más dignos de seguir en esta osadia llamada vida. Vamos por el tramo final del veintiuno, que nos sepa a gloria, a esmero, a pulcritud y continuar lo empezado, que cada año sea un espacio para generar más unión entre los cercanos y eso nos ayude a modelar el porvenir. Pensar los finales nos ayuda a eso, hacer las pases con lo vivido, transitar con mayor sabiduria los años que restan por habitar.