Yaneth Estrada
@caricheop
Menor nivel de participación de la mujer, complejidad del voto cruzado, discusiones y falta conocimiento fueron los resultados del Reporte Final de Observación Electoral 2018 realizado por el asocio conformado por FUNDAUNGO, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), la Universidad Don Bosco y FLACSO-Programa El Salvador.
El documento presenta los principales hallazgos de la observación sistemática de la jornada electoral del domingo 4 de marzo de 2018, durante las elecciones legislativas y municipales, donde
desplegó un total de 370 observadores, en 74 centros de votación distribuidos en 30 municipios de los 14 departamentos del país.
Como elementos innovadores destacó la despartidización y profesionalización de los Organismos Electorales Temporales, Junta Electoral Departamental (JED), Junta Electoral Municipal (JEM) y Junta Receptora de Votos (JRV). Las elecciones internas de los partidos políticos para elegir candidaturas, la no inscripción de candidatos tránsfugas y la elección directa de diputados suplentes.
Además, por segunda vez en elecciones legislativas y municipales (2018), se cumplió la normativa de la cuota de género, integrando planillas legislativas y de concejos municipales con al menos el treinta por ciento de participación de mujeres. Aunque, los resultados revelaron menor representación de mujeres en los referidos cargos, en comparación a los resultados del año 2015 con 26 diputadas propietarias (30.95% del pleno legislativo) y 27 alcaldesas elegidas (10.3% de todos los gobiernos locales).
Del voto cruzado expresó que “introduce un mayor nivel de complejidad en el ejercicio del voto, así como en el conteo de los votos”. Mientras que los resultados del voto cruzado en el año 2015 un total de 153,247 ciudadanos marcaron candidatos de diferentes partidos políticos y en las elecciones de 2018 fueron 162,981.
Reducida presencia
Asimismo, la Red identificó una muy reducida presencia de observadores acreditados de las candidaturas no partidarias en el departamento de San Salvador. De un total de 130 JRV observadas en el departamento de San Salvador, solo en 4 casos (3.1% de la muestra del departamento) se constató la presencia de observadores.
Otra dificultad reportada en mayor magnitud durante la instalación de las mesas fue el desconocimiento que los miembros de las mesas mostraban respecto al procedimiento de instalación de la JRV.
En tres de cada diez mesas observadas (31.4%) a nivel nacional se evidenció poco conocimiento entre algunos miembros sobre el procedimiento a
seguir.
También, un 14.6% de mesas electorales en las que se observaron discusiones, pleitos o desacuerdos entre los miembros de la JRV, y un 13.8% de JRV en donde la ubicación del anaquel permitía que otros observaran el voto, limitando el ejercicio del voto secreto.
A la vez, en un 7.9% de las mesas observadas, los miembros de las JRV no contaron con sus credenciales durante el período de instalación.
En cuanto a las mayores diferencias por área geográfica, se evidencia que las discusiones, pleitos y desacuerdos entre los miembros de las JRV ocurrieron más en los municipios con mayor predominancia rural (18.2%), en comparación a municipios más urbanizados (13.1%).
Por otro lado, es llamativo que el mayor desconocimiento del procedimiento de instalación se registró en las JRV ubicadas en municipios más urbanizados (34.7%), respecto al grupo de mesas observadas en municipios rurales (23.6%).