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Redacción Nacionales
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El expresidente de la República, Mauricio Funes, dijo que incluirlo junto al expresidente Salvador Sánchez Cerén en la Lista Engel cuando no existe una condena por el sistema judicial “demuestra la persecución política”.
El Salvador volvió a formar parte del Informe de Actores Corruptos y Antidemocráticos, sección 353, de los Estados Unidos, al incluir a los ex presidentes de la República Carlos Mauricio Funes Cartagena y Salvador Sánchez Cerén, en la Lista Engel, ambos de las filas el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Este informe se refiere a “las personas extranjeras que a sabiendas han participado en acciones que socavan procesos o instituciones democráticas, corrupción significativa u obstrucción de investigaciones sobre tales actos de corrupción”.
“Los políticos estadounidenses que mueven los hilos del poder en ese país son realmente mediocres. Incluir a dos ex presidentes del FMLN en la Lista Engel cuando aún no ha habido condena judicial es revelar que ese país está detrás de la persecución política contra la izquierda”, comentó Funes a través de sus redes sociales.
Para el exmandatario el “Lawfare” o la guerra judicial que “promueve” Estados Unidos “es justamente la utilización del aparato de justicia penal para perseguir a líderes progresistas y acabar con la izquierda como opción electoral y, por tanto, como opción de poder. En El Salvador EEUU busca enterrar al FMLN”.
El problema, según explicó el exfuncionario, es que el propio FMLN “con una dirigencia que ha perdido rumbo y que ha tomado distancia del movimiento social acaba ayudándole a EEUU en ese propósito. Y si no basta con ver las posiciones blandengues que han adoptado los dirigentes efemelenistas con esta Lista”, dijo Funes en referencia a las reacciones de los miembros del FMLN.
Al ex presidente Mauricio Funes, Estados Unidos lo señala de participar en actos de corrupción “al orquestar y participar en varios esquemas de soborno, malversación y lavado de dinero mientras era presidente, robando cientos de millones de dólares de las arcas del Estado”.
Mientras a Salvador Sánchez Cerén, quien fungió como vicepresidente y presidente de El Salvador, habría participado en el lavado de dinero, “y como vicepresidente recibió más de $1.3 millones en fondos públicos y participó en un plan para desviar $183 millones en fondos públicos hacia cuentas personales”, señaló el informe. Los defensores del expresidente Salvador Sánchez Cerén hicieron público un comunicado en el que despejan cualquier dudada de la inocencia del exmandatario efemelenista, y deja claro que se trata de persecución política y desprestigio contra el FMLN.
