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La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) consideró que la pandemia del Coronavirus (COVID-19) y las decisiones relacionadas con la cuarentena afectaron severamente la economía salvadoreña, lo que generó que la recuperación sea más lenta de lo esperado, a pesar de contar con factores externos favorables.
Por lo que para impulsar la recuperación económica, FUSADES propuso que El Salvador alcance un acuerdo público-privado, para que se “liberen las energías del sector privado” y se reactiven de manera más veloz la economía y los empleos.
Esto debido a que el 94 % del empleo se genera en el sector privado, las finanzas públicas están sin margen por el alto endeudamiento, por ello la “clave será enfocarse en mejorar el clima de negocios e inversión, para alcanzar mayor prosperidad”.
Asimismo, para la Fundación es crucial acelerar la vacunación contra el COVID-19 para lograr la inmunidad colectiva lo antes posible, lo cual es una condición necesaria para reactivar el país.
FUSADES detalló que algunos de los factores exógenos que pueden impulsar el crecimiento económico salvadoreño son: La economía mundial mejora sus proyecciones a 5.5 % para 2021, y superará la mayor contracción de -3.5 % de 2020, a lo que se suma que Estados Unidos ha una favorable expansión de 5.1 % en 2021, y por aprobar un nuevo paquete por $1.9 trillones que incentivará más el crecimiento.
En cuanto a la vacunación contra el COVID-19, las expectativas globales mejoraron, y se espera que los países desarrollados logren inmunidad de rebaño a mediados de 2021. El Salvador por Covax podría cubrir el 4.2 % de 4.5 millones a junio, y contrató la compra de dos millones de dosis de Oxford para cubrir el 32 %.
Algunos de los aspectos que hacen que la recuperación económica salvadoreña sea más lento de lo esperado son: que los sectores económicos se recuperan a diferentes velocidades, explicado por la segmentación en sectores esenciales y no esenciales (44 %), por la continuidad del distanciamiento social, el turismo continúa deprimido.
Otro factor es que la construcción es baja -51.5 al finalizar el año, en el segundo trimestre fue -83.7, es afectada doblemente, porque fue considerado sector no esencial y la alta incertidumbre retrasa la toma de decisiones.
A lo que se suma que la masa de salarios de los cotizantes al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) se contrajo en $205 millones acumulado a octubre, comparado con el año anterior. En el sector privado se perdieron $305 millones, mientras que en el sector público subió a $101 millones.
La mayor pérdida de empleos fue en “comercio, restaurantes y hoteles” con 16,382 plazas, seguido de la industria 9,964 profesionales y técnicos 7,095, servicios 6,367 y construcción 3,962.
Para FUSADES, el clima de inversión sigue deteriorado (-36.1) al cuarto trimestre de 2020, afectado por la alta incertidumbre. Los empresarios afectados señalaron así: el COVID-19 (81 %), corrupción en las instituciones públicas (70 %), conflictos entre órganos del Estado (67 %), campaña electoral (65 %).