Marcos Pérez
@Marcos_Perez30
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) propuso “La solución del alto saldo y riesgo financiero en el saldo de letras del Tesoro (LETES) la cual requiere reformas previo a una reestructuración a largo plazo”.
En un comunicado expresa que antes de la pandemia la situación de las finanzas públicas ya era débil, y luego de los efectos del confinamiento y los contagios, el contexto financiero del sector público es peor.
Relata que la apuesta de la política pública del Gobierno del presidente Nayib Bukele para hacer frente al COVID-19 fue la de un agresivo incremento del gasto público, financiado por un mayor endeudamiento.
“La deuda/PIB en 2020 subió de 71.3 %, en 2019 a 89.9 %, y el gasto del sector público
no financiero (SPNF) pasó de 25.2 % del PIB en 2019 a 32.7 % en 2020. Asimismo, en orden de financiar la transferencia de US$300 dólares, el saldo de la deuda de corto plazo pasó de US$1,049.86 millones a US$1,463.59 millones, cifra que equivale a los ingresos corrientes, 17 % en 2019 a 25.5 % en 2020”.
Según FUSADES el incentivo a realizar en la emisión de un largo plazo para sustituir dichos pasivos, es importante tomar en cuenta, que efectuar únicamente una colocación de Eurobonos de largo plazo para cancelar una deuda de corto plazo, “no es solución ni garantía de volver a cometer los mismos errores del pasado reciente”.
En el informe dice que “es necesaria la corrección o ajuste fiscal, lo que podría dar soporte a cualquier movimiento de cambio de pasivos en la deuda pública”. También afirman que El Salvador ha tenido un uso inadecuado de la deuda de corto plazo, ajeno a los fines para la cual fue creada.
Detalla que tomar dinero prestado para un año, para pagar cosas que se requiere cada mes, es una práctica financiera nociva. “En términos del endeudamiento de corto plazo del sector público, lo anterior tiene consecuencias para la gestión de las finanzas públicas y para los ciudadanos: i) eleva la presión sobre la disponibilidad de liquidez del Gobierno a corto plazo, la necesidad de recursos líquidos se hace más urgente para pagar los vencimientos de deuda; ii) deteriora el riesgo país; y iii) eleva las tasas de interés”.
Para que haya un presupuesto íntegramente balanceado proponen disminuir el monto permitido de emisión del 25 % al 5 % de los ingresos corrientes, los cuales tienen que incluirse en el Proyecto de Presupuesto de la Nación y los pagos de LETES que se venzan en el ejercicio fiscal posterior al que fueron emitidos y adicionar un inciso al Art. 72 de la ley AFI para que se declare la fuente de los recursos para los pagos de las LETES.
“Sin estos aspectos, realizar la operación no resolvería el problema estructural que se ha generado”, dice FUSADES.
En este informe se tomó en cuenta el saldo de letras del Tesoro el cual “alcanzó US$1,422.7 millones. A este monto es requerido adicionar US$645.8 millones de Certificados del Tesoro (CETES) emitidos en septiembre pasado, con lo cual la deuda con vencimiento a menos de un año plazo se aproxima a US$2,068.5 millones”. Con dicho saldo, los pasivos acumulados en LETES han alcanzado un máximo histórico que en ningún momento estuvo tan elevado.
FUSADES detalla que el Ministerio de Hacienda realiza constantemente nuevas colocaciones para pagar durante los vencimientos de los siguientes doce meses, donde hay vencimientos de LETES.
El incremento en el saldo y el estado de riesgo financiero en las finanzas públicas, elevan la tasa de interés. El riesgo financiero se refleja en la tasa de interés, la cual se encuentra muy alta, tanto en relación con los niveles históricos, como en relación con la tasa internacional. Después que en mayo de 2020 alcanzara 9.3 % la tasa más alta de los registros, disminuyó hasta 7.5 % que se ubicó entre julio y agosto, con lo cual cada vencimiento nuevo, que durante 2019 y hasta febrero 2020 se había colocado a una tasa de entre 4 % y 5 %. En la actualidad se está pagando una tasa aproximada de 7.5 %, con plazo a un año, lo cual impacta la partida de pago de intereses del fisco.
En marzo del 2021 el saldo de LETES aumentó, mientras la tasa internacional disminuía, ampliando la brecha hasta en siete puntos porcentuales.
Por otro lado el informe Moody´s señala como factor de riesgo la capacidad de absorción de la banca local o de compra de mas LETES la cual se encuentra al límite.
En relación con la calificación de riesgo, Moody´s mantiene una calificación soberana en B3 con perspectiva negativa, lo cual es considerado como una inversión especulativa y de alto riesgo.
“Una debilidad institucional de manejo de la deuda de corto plazo es su “no reconocimiento” en el siguiente presupuesto nacional. Algunos de los defectos del presupuesto de 2021, es la no incorporación de CETES, y la insuficiencia de monto de la partida de intereses, para su cancelación detalla el informe.
Algunas de las recomendaciones de FUSADES son que no es posible mejorar el comportamiento de la deuda de corto plazo del país sin una reforma legal, la cual implique un uso adecuado con lo establecido en la Constitución, que es para los descalces temporales de ingresos. Esta modificación incluye cuatro aspectos: 1) se requiere contar con un presupuesto íntegramente equilibrado entre ingresos y gastos, 2) disminuir el monto permitido de emisión del 25 % al 5 % de los ingresos corrientes, 3) que se incluya en el Proyecto de Presupuesto General de la Nación los pagos de LETES que venzan en el ejercicio fiscal posterior al que fueron emitidos, 4) adicionar un inciso al Art. 72 de la ley AFI para que la Dirección General de Tesorería declare la fuente de los recursos para los pagos de las LETES que vencen en el año fiscal.
Para realizar tal propuesta y colocar las finanzas públicas en una ruta de sostenibilidad se requiere trazar un cronograma de consolidación fiscal.
Para FUSADES la solución del alto saldo y riesgo financiero en LETES involucra la acción responsable en el manejo de la herramienta, más que solo reestructurar los pasivos con una nueva emisión. También es importante el acompañamiento de la comunidad Internacional, con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.