Por René Quenallata Paredes
LA PAZ/Xinhua
La selección boliviana de fútbol iniciará el próximo 9 de octubre un nuevo reto con un equipo renovado de varias caras nuevas y jugadores que en promedio apenas superan los 25 años de edad, con la ilusión de clasificar a otra cita mundialista: la Copa Mundial de Qatar 2022.
El equipo iniciará sus partidos de eliminación al enfrentar al pentacampeón Brasil en la ciudad brasileña de Sao Paulo (sureste), en la primera fecha de las eliminatorias regionales de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
El conjunto de “La Verde”, como se conoce al seleccionado boliviano, enfrentará posteriormente, el 13 de octubre, a otra selección campeona del mundo, Argentina, en el estadio Hernando Siles de la ciudad de La Paz, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Las autoridades bolivianas aún analizan la posibilidad de que el partido en La Paz se lleve a cabo con la asistencia de público, ya que por ahora no se permite debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Entre aplausos y porras, la selección boliviana de fútbol se despidió el domingo de la ciudad de La Paz para instalarse en el departamento boliviano de Santa Cruz (este), donde entrenará hasta dos días antes de viajar a Sao Paulo.
“Sin duda se inicia un nuevo sueño, y un desafío siempre cuesta arriba, por las improvisaciones y problemas que ha demostrado el seleccionado y la mala conducción de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF)”, consideró para Xinhua el analista deportivo Ramiro Sánchez.
El director general de “El Panamericano Deportivo”, de Radio Panamericana, se refirió a los problemas que atraviesa el balompié boliviano.
Entre estos problemas citó la inactividad de casi siete meses, la propia renovación del equipo, el rechazo de jugadores a ser parte de la convocatoria o el bloqueo de clubes locales que obligan al director técnico de “La Verde”, el venezolano César Farías, a presentar un cuadro “alterno” ante dos poderosas selecciones a nivel mundial.
Sánchez espera que la falta de jugadores de experiencia sea compensada con la voluntad, la juventud y la entrega de los 33 integrantes del plantel, en su mayoría juveniles, quienes durante mes y medio se concentraron a puertas cerradas, primero en la ciudad de Santa Cruz y después en La Paz.
Los clubes bolivianos Oriente Petrolero y Blooming decidieron retirar a sus jugadores del seleccionado que se alista para jugar contra Brasil y Argentina, decisión a la que se sumaron los equipos Bolívar y Jorge Wilstermann, que debían enviar a futbolistas a la selección tras cumplir sus partidos de la Copa Libertadores.
La decisión obedeció a una pugna de la dirigencia por la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), luego del fallecimiento a mediados de julio pasado de su titular, César Salinas, debido a la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
Farías expresó el pasado fin de semana ante periodistas que “nadie les quita la ilusión a los jugadores jóvenes de enfrentar a estrellas del fútbol y conseguir resultados favorables”.
“En vista de esta situación pandémica, de conflicto dirigencial, vamos a seguir con la gente que viene trabajando. Quienes han estado entrenando lo han dado todo y lo queremos demostrar en el campo”, señaló el director técnico.
El conjunto de Bolivia buscará por segunda ocasión y por mérito propio obtener el boleto a la Copa Mundial.
La primera ocasión en que el seleccionado participó fue en la Copa Mundial de Estados Unidos de 1994, aunque anteriormente ya había estado en calidad de invitada en 1930 y en 1950.
En su análisis de las fortalezas y las debilidades del conjunto local, el entrenador boliviano Sergio Apaza sostuvo para Xinhua que mientras no cambie la mentalidad de la dirigencia, el resultado será siempre un “fracaso”.
Para Apaza, el conjunto boliviano debe aprovechar al máximo su condición de local, la altura de la ciudad de La Paz, así como su “hambre de gloria”, y ganar todos los partidos locales para tener posibilidades de conseguir su boleto a Qatar 2022.
El estratega reconoció que, tanto física como técnicamente, la selección boliviana está por debajo de las otras que enfrentará, aunque consideró que a la hora de los partidos debe hacer prevalecer su condición de local.
El seleccionado de Bolivia se ubica en el lugar número 75 de la clasificación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), según recordó Apaza, es decir, es el equipo sudamericano peor ubicado, que para abandonar el pozo debe trepar con base en resultados positivos.
A pesar de que el seleccionado boliviano presentará un equipo alterno al enfrentar a grandes selecciones como Brasil y Argentina, debe darse también la oportunidad a nuevos jugadores para renovar la cara de la selección, consideró Apaza.