Por Rim Haddad
Damasco/AFP
Damasco recalcó este sábado que el futuro del presidente sirio Bashar al Asad sigue siendo una «línea roja» y que no discutirá de este tema con la oposición ni con el enviado de la ONU en las negociaciones que se reanudan el lunes en Ginebra.
«No negociaremos con nadie que quiera discutir de la presidencia. Bashar al Asad es una línea roja y si ellos quieren continuar con esa posición mejor que no vayan» a Ginebra, mind declaró el sábado el canciller sirio, Walid Muallem, refiriéndose a la oposición.
Asimismo, el emisario de Naciones Unidas Staffan de Mistura «no tiene derecho» a hablar de las futuras elecciones presidenciales en Siria, afirmó Muallem.
«Eso es responsabilidad exclusiva del pueblo sirio», declaró en una conferencia de prensa.
De Mistura había afirmado el viernes que deberían celebrarse elecciones presidenciales y legislativas en Siria en un plazo de 18 meses.
A su vez, el Alto Comité de Negociaciones (ACN), que reúne a los grupos clave de la oposición siria, había anunciado, también el viernes, que a partir del lunes participará en Ginebra en estas negociaciones.
El ACN también señaló que va a concentrarse «en la constitución del gobierno transitorio dotado de todos los poderes ejecutivos», en el cual «no hay lugar» para Asad.
Damasco propone un «gobierno de unidad»
Muallem habló de formar un «gobierno de unidad» que luego designe a una comisión para redactar una nueva Constitución o enmendar la actual.
«Luego habrá un referéndum para que el pueblo sirio decida», agregó.
Desde las primeras negociaciones, que fracasaron en 2014, el principal escollo ha sido el futuro de Asad, que rehúsa dejar el poder pese a cinco años de guerra que han provocado más de 270.000 muertos y millones de desplazados.
Las conversaciones se desarrollarán en salas separadas con representantes del gobierno y la oposición.
Muallem también afirmó que la delegación de Damasco que participará a partir del lunes en las negociaciones de paz de Ginebra no va a esperar más de 24 horas a la delegación de la oposición.
«Nuestra delegación viajará a Ginebra mañana» domingo, dijo Muallem.
«Va a esperar 24 horas y si no hay nadie allí, volverá» a Siria, agregó el ministro, recordando que en la primera rueda de negociaciones la delegación gubernamental había esperado durante tres días la llegada de los opositores.
Sin embargo, el sábado, los dos jefes de la delegación de la oposición ya se encontraban en Ginebra, donde periodistas los vieron en un gran hotel.
La vigencia de una tregua, mayormente respetada, desde el 27 de febrero permitió relanzar estas negociaciones.
El gobierno estadounidense es, junto con el ruso, el promotor de la tregua en vigor desde el 27 de febrero entre, de un lado, las fuerzas armadas sirias apoyadas por la aviación rusa y, del otro lado, los grupos rebeldes sirios «moderados».
Están excluidos del cese de las hostilidades los grupos yihadistas Estado Islámico y Frente al Nosra, filial siria de Al Qaida.
«El nivel de violencia se ha reducido entre un 80 y un 90%, lo cual es muy significativo», dijo el sábado en Arabia Saudita el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien también anunció reuniones con Rusia para examinar las violaciones de la tregua denunciadas por la oposición siria.
Por último, De Mistura estimó en una entrevista publicada este sábado que los kurdos sirios tienen que poder opinar sobre el futuro de Siria, pese a no haber sido invitados a las negociaciones de Ginebra.
El viernes, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, pidió a De Mistura que incluya a los kurdos en las negociaciones, pero el enviado de la ONU contestó que no pensaba invitar a nuevos participantes.