Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
Las más de cuatro mil firmas entregadas por el pueblo miteco al gobierno municipal de Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en Guatemala, fue suficiente para atender la petición de una “Consulta Municipal de Vecinos”, que decidirá el futuro del cierre de la Mina Cerro Blanco, que pretende explotar y extraer metales preciosos a través de una minería a cielo abierto.
“Confiamos en su buena fe (alcalde de Mita) y como pueblo demostramos que en Guatemala la democracia se puede rescatar”, aludió Julio González, integrante del Colectivo Ecologista Madre Selva, en la entrega y firma de acta de recibido de 4,262 firmas que piden una consulta pública.
A tan solo 165 kilómetros de distancia de El Salvador, la decisión colectiva del pueblo miteco puede convertirse en una solución de vida para la Cuenca Ostúa – Güija – Lempa, de la cual se abastecen 2.5 millones de personas que residen en el Gran San Salvador.
En un inédito movimiento social, el Concejo Parroquial de Asunción Mita, la Orden Franciscana Justicia y Paz por la Integridad de la Creación, el Colectivo Madre Selva, CRIPES, la Alianza Centroamericana Frente a la Minería (ACAFREMIN), la Mesa contra la Minería de El Salvador y Mujeres Ecofeministas de Metapán, han unido esfuerzos a fin de que la actual mina subterránea, Cerro Blanco, sea clausurada y evitar así el impacto en aguas, suelos y aire de las comunidades.
Julio González, explicó que la “Consulta Municipal de Vecinos” es un verdadero “ejercicio democrático”, a partir de que con el voto -ellos eligieron- a sus representantes públicos cediendo autoridad y poder para que tomen decisiones, las cuales mencionó, deben contar con una naturaleza “verdaderamente democrática”, y que la mejor forma de gobernar era respetando las decisiones del colectivo.
“¿Por qué una consulta municipal de vecinos?, porque las empresas transnacionales que se han venido a instalar a nuestro país no respetan el derecho ciudadano a ser escuchados y consultados. Y reitero la reflexión de mis compañeros el Estudio (de impacto ambiental de Cerro Blanco) está muy lejos del entendimiento de la mayoría de la población”, afirmó.
“Guatemala tiene el más bajo índice en nivel educativo, y con dos años de pandemia donde las escuelas no están funcionando es mucho más difícil. Y es justamente esa necesidad de conocer -este estudio-, lo que nos da la posibilidad de ejercer esos derechos, y en definitiva decirle a las autoridades en cumplimiento de la ley, que nos acepten la petición que estamos entregando este día (viernes 13 de mayo)”, acotó González.
Desde el año 2007, que se instaló la empresa “Entre Mares”, no realizó el proceso de consulta, agregó González, lo que consideró un comportamiento “abusivo” al no informar a la población, aunque reconoció que es el mismo patrón de conducta de diversas transnacionales que traen sus mega proyectos industrializados y ofrecen “espejitos” como obras sociales de pinta de escuelas, becas o canchas a las comunidades, sin contar con el libre acceso a la información sobre los impactos a los ecosistemas.
“Nos están quitando el agua, nos están quitando la vida, y eso definitivamente nos lleva a la pobreza, a la miseria, a la migración y, finalmente, al abandono. Las empresas mineras sacan así a la gente de sus territorios ”, subrayó.
“Vienen a estos países porque en estos países no tienen limites. En Canadá pasó la situación por un accidente minero y ahora, han limitado la explotación minera. Y así como lo han planteado aquí en Guatemala, no se lo aceptarían ni en Canadá , ni en ninguna otra parte del mundo”, advirtió González.
“ENTREMARES”, subsidiaria de Goldcorpo Inc., posteriormente Bluestone Resources, obtuvo la licencia de explotación de Cerro Blanco mediante la metodología de minería subterránea que resultó un fracaso rotundo durante 15 años, por la cantidad de aguas termales que fluyen a temperaturas entre los 80o a 120o grados centígrados, comentó González, al señalar que desde su primer Estudio de Impacto Ambiental, este adolece de serias inconsistencias sobre el impacto ecológico.
No obstante, Entre Mares obtuvo el permiso de las autoridades, pese al rechazo en dos ocasiones del Equipo de Gestión Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, que ya acumula los primeros efectos de daño ambiental como el acceso al agua y la salud de sus habitantes.
De hecho, la pretensión actual de la transnacional canadienses Bluestone Resources, bajo el nombre de ELEVAR RESOURCES, es obtener la aprobación para continuar en la explotación de Cerro Blanco, cambiando la metodología de minería subterránea a “cielo abierto”, considerada como más invasiva y letal por su extensión contaminante.
En su ponencia, Ingrid Haulsinger, master en Geología, modelaje ambiental y coordinadora de la Fundación Heinrich Böll de El Salvador, indicó que este proceso de explotación es mucho más destructivo, al mencionar algunos puntos de atención sobre el Plan de Actualización de Gestión, que presentó la minera Elevar Resources, que debían tener en cuenta la población de Asunción Mita en la Consulta Municipal de Vecinos, para decidirse de tener en su territorio una mina a cielo abierto.
“La mina Cerro Blanco fue abierta en 2007, que inició como mina subterránea, y para lo que tiene autorización y permiso vigente de las autoridades de medio ambiente para 12 años de producción de 10 mil toneladas de mineral y de procesar material al día”, informó.
“Una mina subterránea con una capacidad total de 388 mil toneladas anuales -que según el estudio de impacto ambiental- para el cierre y abandono posterior de mina, tendría que realizar 55 obras en total de las cuales solo ha completado 12 obras, en los últimos 15 años”, detalló Hausinger.
En cuanto a la producción de la mina Cerro Blanco, agregó que no han logrado completar ni la mitad de los elementos autorizados en el permiso hasta la fecha y tampoco ha logrado producir o vender un gramo de oro, que consideró Hausinger como un fracaso de la mina que han invertido 200 millones de dólares en el territorio que ocupa, su infraestructura construida y sin que se conozca públicamente si han existido réditos para la municipalidad a partir del permiso de explotación.
“La mina Cerro Blanco no logró operar exitosamente todos estos años, pero lo que si ha logrado, y que presentó en su propio estudio, fue construir un túnel de 3.2 kilómetros, que es la actual mina subterránea. De ahí, no existe ninguna otra infraestructura”, indicó.
“Han trabajado 17 pozos de abatimiento de agua subterránea con una profundidad de 152 metros ¿Para qué se necesitan estos pozos?, bueno, porque la mina está sobre aguas termales y el nivel del agua está muy alta y durante todos estos años hicieron estos 17 pozos para sacarla y bajar el nivel que han sido como 80 metros, pero tendrían que bajarlo 120 metros más, para que la mina pudiera funcionar”, expresó.
La extracción de estas aguas termales las 24 horas por más 10 años, que suponen 1,500 galones por minuto, ha afectado directamente a la población que se abastece de los riachuelos de las quebradas Tempisque y La Lima, que se están secando y bajando su caudal y pese a este volumen de agua extraído para bajar el nivel freático y minar oro y plata no ha sido logrado.
“Y justamente a finales del año pasado (2021) hicieron una solicitud para ya no bajar el nivel del agua, y han propuesto quitar la montaña de Cerro Blanco de encima para poder liberar el calor de las aguas termales y poder bombear el agua que se va acumular en una fosa que es Caldera de Mina, para extraer el oro”, afirmó.
“¿Qué es lo que dicen ellos?, que trabajarán en tajos abiertos y esto significa que van a pasar a una mina. Como sabrán, se trata de un hoyo gigante que prácticamente tendrá 1,200 metros de largo por 650 metros de ancho y más de 200 metros de profundidad”, recalcó Hausinger.
El documento de Elevar Resources, señala que al cierre de la mina a cielo abierto quedará un “lago” y que podría ser utilizado como lugar para el turismo. Que aclaró Hausinger, son lagos “ácidos” y que las aves de la vida silvestre han muerto en este tipo de lugares dejados por las mineras, por lo que descartó que fuera un lugar de recreación aceptable. “Han solicitado cambiar la cantidad que van a procesar de minerales, antes procesarían mil toneladas al día.
Ahora serán 10, 900 toneladas, eso es 995% más que van a trabajar diariamente. Y significa muchas más áreas, muchos más químicos, mucha más agua y mucha más gente afectada”, sostuvo .
“La cantidad de minerales a extraer cuando era un túnel calcularon 3 millones de toneladas, ahora (cielo abierto) sacarán 148 mil millones de toneladas, ¿cuánto es eso?, deforestarán 474 hectáreas que van a devastar, van apilar un cerro del material removido que tendría 175 metros de altura, cuando el edificio más alto de la capital mide 100 metros de altura y el peligro inminente de las colas secas, que son lodos y minerales sobrantes del proceso de la minería”, advirtió Hausinger.
Esto ha llamado la atención de la maestra y lideresa María del Carmen Sifuentes, habitante de Asunción Mita, quien señaló que la actual realidad de la población es difícil, pero serán acompañados por la Iglesia Católica desde su doctrina social y organizaciones hermanas de El Salvador, para encontrar una respuesta de justicia.
“Los pueblos esperan también respeto y en nuestro caso nuestro querido Asunción Mita, tierra que nos ha visto nacer espera una respuesta de nuestra pastoral misionera que es la conversión ecológica integral. Y ante las amenazas de empresas extractivas de minerales es necesario emprender acciones legítimas y audaces en la defensa del sentir de la ciudadanía”, manifestó.
“La defensa del territorio y de los recursos naturales, así como favorecer alianzas con las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa del medio ambiente y que desde el 2007, acompañan también organizaciones salvadoreñas, que nos han alentado en una lucha que no ha sido fácil”, reafirmó Sifuentes.
La experiencia salvadoreña que derivó en una Ley de Prohibición de la Minería Metálica en el país, consideró Vidalina Morales, de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, reconoció que este paso de la consulta de vecinos en Asunción Mita tendrá una repercusión positiva en El Salvador, por lo que invitó a la población miteca a asistir a la consulta y votar por el cierre de Cerro Blanco.
“Caminen aceleradamente para que este municipio tome conciencia de los grandes impactos que les generaría la minería metálica en comunidades como las nuestras, en países como los nuestros que tenemos ya contaminaciones fuertes en ríos, en los suelos, y que la explotación minera elevaría esos daños también, agradecemos al Concejo Municipal de Asunción Mita de recibir las firmas para solicitar la consulta y al equipo gestor que trabajó para entregar la petición al alcalde en el rescate de los recursos naturales”, puntualizó Morales.
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