Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
“De tal palo, tal astilla”, reza un refrán popular que se aplica a Yurizell Funes y Emanuel Rodríguez, descendientes de dos de los basquetbolistas salvadoreños más destacados de todos los tiempos, Alex Funes y Ernesto “Colocho” Rodríguez, respectivamente.
Después de cuatro años de estudios pre universitarios en la Academia Ribet, del Sur de California, Yurizell y Emanuel, no mayores de veinte años, acaban de graduarse como bachilleres con muy buenas calificaciones, incluso premios, y, además, habiendo cumplido un buen proceso de desarrollo en los equipos colegiales de baloncesto de dicha institución.
Además de esfuerzos familiares y una beca, su viaje fue posible en primer lugar por su destacado rendimiento académico y, en segundo, por su buen nivel basquetbolístico.
Yuritzell estudió en el Liceo Salvadoreño y Emanuel lo hizo en el Centro Educativo Denver. Habiendo dado el primer paso en firme, coincidentemente ambos proyectan estudiar Administración de Empresas.
En lo deportivo, conociendo el nivel del baloncesto universitario estadounidense, ambos saben que deberán esforzarse para lograr un espacio en el equipo universitario donde les toque estudiar.
Diario Co Latino tiene conocimiento de que el trabajo basquetbolístico pre universitario de Yurizell y Emanuel ha tenido seguimiento de la Federación de Baloncesto y todo apunta a que tienen potencial y condiciones para ser llamados a integrar próximas pre selecciones mayores.
Con respecto a su reciente graduación, Alexander Funes se ha mostrado “muy orgulloso de Yuritzell, por su doble éxito académico y deportivo. Es un resultado que nos confirma que nuestro país tiene talento que debe ser apoyado y aprovechado al máximo”.
En los años noventa, Funes estudió en la Brian Cliff, de Ohio, Estados Unidos, egresando como licenciado en Química y Biología.
Por su sobresaliente aporte en el baloncesto a esta universidad, fue ingresado hace cuatro años al Salón de la Fama del Deporte de esta institución.
Por su parte, Ernesto “Colocho” Rodríguez, pasador de altos vuelos y entrenador de buen suceso, dijo que “fue un largo viaje, pero llegaste. Es un triunfo que lo compartimos y disfrutamos con nuestra familia y seres queridos, pero especialmente con nuestro siempre bien recordado Don Mario Aguilar, director del Centro Denver. Es que Don Mario siempre apoyó e incentivó los primeros años estudiantiles y deportivos de Emanuel y nosotros sabemos que en el cielo, Don Mario, está disfrutando este resultado de su siembra”.
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