Por Pol Costa
Hamburgo/AFP/dpa
Los jefes de Estado y de Gobierno del G20 acordaron hoy un plan conjunto para impulsar el crecimiento internacional y crear así más empleo en todo el mundo, según el documento al que tuvo acceso dpa.
El bautizado como «Plan de acción de Hamburgo» habla de una economía mundial «atractiva», pero reconoce que «la velocidad de crecimiento es aún más débil de lo deseado y los riesgos a la baja permanecen», ante desafíos como un débil crecimiento de la productividad, la desigualdad salarial y el envejecimiento de la sociedad.
Los mandatarios reconocieron que no se alcanzará el objetivo de un crecimiento adicional de la economía mundial del 2 por ciento en 2018, conforme a lo acordado en 2014. El texto señala que se logrará «más lentamente» de lo esperado.
Asimismo, el G20 insistió en la necesidad de emprender reformas estructurales y apostaron por un instrumento que mezcle este tipo de reformas con las políticas monetaria y financiera.
Los líderes reunidos en la cumbre de dos días en Hamburgo, que concluye hoy, insistieron en que no quieren manipular los tipos de cambio y desisten de contar con una divisa débil, que les otorgaría ventajas competitivas injustas frente a otros países. El G20 quiere esforzarse además en la reducción de los «desequilibrios globales excesivos».
Discusión de cuestiones claves
Estados Unidos y sus socios intentaban este sábado en la cumbre del G20 en Hamburgo acercar posiciones en cuestiones clave como el clima y el comercio, en una ciudad bloqueada por una nueva manifestación gigante de 20.000 personas.
La marcha, convocada por organizaciones altermundialistas y de la izquierda radical, se dirigía hacia el bario de St. Pauli, escenario de los enfrentamientos de las últimas horas.
«Piedras no», «Nuestra arma es la sabiduría», se leía en algunas de las pancartas, aunque la policía no descarta que manifestantes violentos se infiltren en el cortejo, como ya ocurrió en días anteriores.
Se espera que el comunicado final de la cumbre –una de las más tensas de los últimos años que se celebra en un centro de convenciones aislado del resto de la ciudad por las fuerzas de seguridad– refleje las divergencias entre la Casa Blanca y sus socios, sobre todo europeos.
Según un borrador que pudo obtener la AFP, el comunicado final tomará nota de las divergencias sobre el clima después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidiera abandonar el histórico acuerdo de París, que la mayoría de sus socios consideran «irreversible».
Washington podría intentar incluir en el texto una mención al desarrollo de energías fósiles «más limpias», como el gas de esquisto, lo que sería una victoria simbólica para Trump pero una aberración según las organizaciones ecologistas.
«Sería un enorme retroceso», dijo Jean-François Julliard, de Greenpeace France. «Con esto Trump saldría ganador del G20», asegura.
Este punto de la declaración final todavía no está decidido y muchos países lo consideran una concesión demasiado importante a Washington. «No es algo que apreciemos», dijo una fuente europea.
Signo del desinterés sobre la cuestión climática, el presidente estadounidense sólo se quedó 15 minutos en la reunión plenaria de una hora sobre el tema, celebrada el jueves, mientras que otros líderes, como el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ni siquiera acudieron.
Combatir el proteccionismo
El comercio es otro de los puntos de fricción de la cumbre. Tras años de defensa a ultranza del libre comercio, la llegada de Trump y sus posiciones proteccionistas han roto el status quo internacional.
Una fuente europea indicó a la AFP que en el texto final los países del G20 se comprometerán a «combatir el proteccionismo». A cambio Estados Unidos ha conseguido incluir en la declaración una mención a los «instrumentos legítimos de defensa comercial».
Un equilibrio entre libre comercio y proteccionismo que refleja las importantes diferencias en esta cuestión.
Por su parte la primera ministra británica, Theresa May se reunió el sábado con Trump, para intentar cerrar nuevos acuerdos comerciales tras el Brexit y que según el presidente de Estados Unidos podrían llegar «muy rápidamente».
EEUU se queda solo en un G20 comprometido con el clima
El Grupo de los Veinte (G20) dejó hoy solo a Estados Unidos al reafirmar en la declaración final de la cumbre de Hamburgo su compromiso con la defensa del clima, según pudo saber dpa.
Tras arduas negociaciones, los 20 principales países industrializados y emergentes tan solo fueron capaces de cerrar en el último minuto un acuerdo de mínimos que refleja el disenso existente en el seno del bloque, en un gesto poco habitual entre esta veintena de miembros acostumbrados a esforzarse por lograr posiciones unánimes.
En concreto, en el párrafo dedicado a la protección del clima, los 19 corroboran su compromiso de implementar «rápidamente» el Acuerdo de París y «toman nota» de la decisión de Estados Unidos de abandonar este pacto cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados en comparación con la época preindustrial.
El G20 rechazó renegociar el Acuerdo de París, como reclamaba la Administración de Donald Trump, al considerar que el histórico acuerdo sellado en 2015 en la capital francesa es «irreversible».
No obstante, en aras de complacer al presidente estadounidense, los 19 accedieron a incluir en la declaración final una frase en la que reconoce la voluntad de Washington de ayudar y trabajar conjuntamente con otros países «en la utilización de carburantes fósiles más limpios y eficientes».
Esta formulación generó controversia entre los integrantes del G20, dado que, para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, es necesario poner fin al empleo las energías fósiles.
Fuentes conocedoras de la negociación indicaron a dpa que esta concesión a Washington constituye simplemente una «exposición de hechos», que «para nada» compromete al resto de integrantes del G20 a ceder a los deseos de Trump.
Según precisaron estas mismas fuentes, la idea era que en el comunicado final, además de figurar la postura de los 19, también se refiriese la de Estados Unidos.
A pesar de que no se logró cerrar un pacto común y se puso de manifiesto el aislamiento de Trump a escala global, las organizaciones ambientalistas celebraron que países como Turquía o Arabia Saudí, se mantuviesen firmes en la defensa del clima y no se plegasen a los deseos de Estados Unidos.
«Esto son 19 contra uno», señaló Tobias Münchmeyer, de Greenpeace.
«Por supuesto que teníamos más ambiciones», agregó para a continuación admitir que confiaban en que la cumbre de Hamburgo sirviese no solo para salvaguardar el pacto de París, sino para seguir avanzando en la lucha contra el calentamiento global.
Papa preocupado
El papa Francisco manifestó su preocupación por las alianzas de Estados poderosos contra los pobres y refugiados, en el contexto de la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) que se celebra en Hamburgo, informa hoy el diario «La Repubblica».
«Temo que existan alianzas muy peligrosas entre los poderosos que tienen una percepción desfigurada del mundo: Estados Unidos y Rusia, China y Corea del Norte, Putin y Al Assad en la guerra de Siria», cita el diario al sumo pontífice durante una conversación con el periodista Eugenio Scalfari que tuvo lugar antes de la cumbre de los veinte países más industrializados y emergentes que hoy acaba en la ciudad alemana de Hamburgo.
El peligro de ese tipo de alianzas afecta sobre todos a los inmigrantes, a cuya acogida se niegan algunos países países, dijo Francisco.
En un mensaje dirigido a la anfitriona del G20, la canciller alemana Angela Merkel, el pontífice argentino apeló el viernes a los participantes en la cumbre a dar «absoluta prioridad» a los pobres en sus decisiones políticas.
Merkel feliz
La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró hoy «feliz» por haber conseguido que los jefes de Estado y de Gobierno del G20 hayan logrado sacar un comunicado final que incluyera un acuerdo a favor del libre comercio.
«Estoy feliz ahora de que se haya conseguido, que se haya dejado claro que los mercados deben seguir abiertos», declaró la anfitriona de la cumbre que cerró hoy en Hamburgo tras dos días de arduas negociaciones.
Con este acuerdo, el Grupo de los Veinte principales países industrializados y emergentes (G20) evitó así una nueva escalada en el conflicto comercial. Sin embargo, las mayores economías del mundo reconocieron «el papel de instrumentos legítimos de defensa» en el ámbito comercial.
Con esta fórmula negociada durante la noche se evitó el fracaso y se posibilitó que saliera adelante un comunicado final al cierre de la cumbre, como es habitual en este tipo de foros, pero que en esta ocasión se perfilaba difícil por el viraje proteccionista del presidente estadounidense, Donald Trump.
La mandataria germana, satisfecha en términos generales con el resultado de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20, indicó que si bien hubo dificultades en temas como la cuestión comercial, «también se lograron buenos resultados en algunos ámbitos».
«En muchos puntos quedó patente que juntos aquí podemos alcanzar mucho más que actuando solos», afirmó en la rueda de prensa final de la cumbre de dos días celebrada en Hamburgo con la mirada puesta en la política de aislamiento de Trump.
Al mismo tiempo, Merkel se reafirmó en su afirmación de que Europa debe emanciparse mucho más de Estados Unidos.
«En parte los europeos tendríamos que coger las riendas de nuestro destino», declaró.
Marcha pacífica
Hamburgo se volcó hoy a la calle para demostrar que también se puede protestar de forma pacífica contra la cumbre del Grupo de los Veinte tras dos días de violentos desmanes que dejaron una estela de destrucción y numerosos heridos.
Decenas de miles de personas se pusieron en marcha en el centro de la ciudad del norte alemán en reclamo de un mundo más justo y para impedir que las imágenes de las revueltas callejeras eclipsaran el mensaje que querían enviar a los poderosos del planeta.
Familias enteras, grupos de amigos de todas las edades, desde adolescentes a septuagenarios, acudieron a la convocatoria organizada por el partido político La Izquierda y agrupaciones sindicales y ecologistas, entre otras. Mientras que los organizadores hablaban de 72.000 manifestantes, la Policía calculaba que se trataba de 22.000.
En un ambiente festivo y familiar, los manifestantes de la protesta titulada «Solidaridad sin fronteras en lugar de G20» reclamaron el fin de la pobreza, las guerras y las causas de la migración masiva.
«Queremos decir que otro mundo es posible, que no podemos seguir viviendo a costa de África», dijo Brigitte, quien acudió a Hamburgo procedente de la cercana ciudad de Bremen con un hijo veinteañero.
«Era el mensaje más pacífico que podía traer», explicó Nemo, un joven trabajador de Hamburgo, integrante de un grupo que portaba grandes girasoles en alto. «Lamento mucho que los disturbios estén copando la atención y espero que hoy la marcha sea pacífica».
«Quiero enviar una señal de que se puede protestar en paz. La gente que armó lío no tiene una opinión política, son hooligans», sostuvo Yvonne, una cuarentona con una camiseta con la inscripción «Todos debieran ser feministas».
Más allá se veía una foto de la legendaria dirigente comunista española Dolores Ibárruri, «La Pasionaria» con su famoso «No pasarán». «Era una comunista de ley», dijo el autor de la pancarta, el estudiante Hendrik, quien quedó muy impresionado por la vida de Ibárruri al ver un documental sobre ella en televisión.
«A, anti, anticapitalista», coreaba medio centenar de hinchas del club de fútbol de culto Sankt Pauli con banderas blancas y marrones -los colores del club- y una gran estrella roja.
«Nos organizamos para venir porque queríamos que Hamburgo mostrara hoy presencia en contra del G20», contó Andreas, un estudiante de diseño urbano entusiasmado con la perspectiva de cursar en breve un año en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, el país que asumirá la presidencia rotativa del bloque el próximo año.
A diferencia de la manifestación «Bienvenidos al infierno», la protesta de radicales de izquierda en la que se escucharon muchos idiomas europeos, la marcha de hoy era fundamentalmente alemana y hamburguesa, si bien se vieron banderas de otros países como la brasileña.