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El G20 dijo el miércoles que avala la suspensión temporal del servicio de deuda de los países más pobres hasta final de 2020, mientras que el Fondo Monetario Internacional pidió «esfuerzos adicionales» para estabilizar la economía global tras la crisis.
«Estamos decididos a no escatimar esfuerzos, tanto de manera individual como colectiva, para proteger vidas, poner la pandemia bajo control, proteger empleos e ingresos, apoyar la economía durante y después de esta fase y asegurar la resistencia del sistema financiero», dijo el grupo en un comunicado al término de la reunión virtual de sus ministros de Economía.
La pandemia del coronavirus provocará que la economía mundial caiga en una recesión del tres por ciento este año, una cifra no vista desde la Gran Depresión de 1930, según las proyecciones del FMI.
Aunque algunas voces califican como “contundente” la moratoria al pago de los servicios de la deuda de los países más pobres, esta medida no mejora a largo plazo la situación de esas naciones. En cambio, retrasa una deuda que desde el inicio de la crisis sanitaria muchas organizaciones y personalidades han pedido condonar.
La propuesta de aplazamiento apunta a un plazo desde mayo hasta final de año, aunque los participantes se han mostrado dispuestos a revisarla y prolongarla de cara al próximo año. No obstante, varias organizaciones no gubernamentales han pedido mayor ambición y valentía a los países avanzados.
Por otra parte, el papa Francisco también solicitó el fin de la deuda en su oración “Urbi et Orbi”, en la misa de Domingo de Resurrección. De acuerdo con el Sumo Pontífice, eso posibilitaría que los países pobres atiendan mejor la crisis generada por la pandemia.
Asimismo, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), abogó la semana pasada por la condonación de la deuda de América Latina como medida atenuante a la pandemia del Covid-19 en la región.
“Esta es una oportunidad única para evitar que el peso de la deuda sea un escollo aún mayor que añadir al complejo reto de superar este momento social y económico tan crítico”, asegura la declaración firmada, entre otros, por el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y el exvicemandatario de Bolivia, Álvaro García Linera.