Sendai/AFP
La reunión de Finanzas del G7 arrancó este viernes en Japón con debates sobre los medios para revigorizar una economía mundial apática, and en el primer día de un encuentro en el que resurgirá la delicada cuestión de los recientes sobresaltos en los mercados de divisas.
El equilibrio entre política monetaria acomodaticia, sildenafil reactivación presupuestaria y, a más largo plazo, las reformas estructurales necesarias para un crecimiento duradero, protagonizan el encuentro entre los siete grandes países industrializados.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de Japón, país anfitrión, Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Canadá, así como la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el gobernador del Banco Central Europeo, Mario Draghi, comenzaron el jueves, con exposiciones a puerta cerrada de siete reputados economistas.
Reunidos en Akiu, una pequeña estación termal de la región de Sendai, en el noreste del archipiélago nipón, se espera que aborden, de una vez por todas, la cuestión de la «guerra de divisas» recientemente resucitada por Japón.
Tokio había dejado entrever la posibilidad de una intervención en los mercados de cambio ante una subida del yen que hace su economía menos competitiva.
Desde un día antes de la apertura de la reunión, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, excluyó toda posibilidad de usar el arma de las tasas de cambio para dar una ventaja competitiva a su economía, asegurando que no habría «guerra de divisas».
Aunque ninguno renuncia al estímulo presupuestario para alimentar su economía, la dosis requerida no crea unanimidad: Francia y Japón apuestan por cierta flexibilidad, aunque deban reducir sus déficit presupuestarios.
Alemania, menos atada en ese sentido, es reticente y pide reformas de fondo, si bien, ahora es más «flexible que en los últimos tiempos», consideró el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin.
Para el francés, Canadá es «ejemplar» en este sentido: al igual que Alemania, «Canadá tiene margen de maniobra, y lo utiliza para respaldar su (propio) crecimiento, apoyando de paso el crecimiento mundial», dijo a la AFP.
«El G7 debe hacer más en términos de reformas estructurales para hacer más eficaz su economía, reforzar el sector de la oferta y relanzar las inversiones, también en los países emergentes», asegura por correo electrónico a la AFP Ivan Tselichtchev, profesor de economía en la universidad de gestión de Niigata (noroeste de Japón).
Brexit, Grecia y evasión fiscal
La posibilidad de una salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) tras el referéndum del 23 de junio es otro tema de preocupación, que probablemente sea abordado en la reunión.
La evasión fiscal está igualmente en la agenda por el escándalo de los papeles de Panamá. El G7 espera apoyar la declaración de mediados de abril del G20-Finanzas que reúne también a los grandes países emergentes. Reunido en Washington, reafirmó la «importancia prioritaria acordada a la transparencia financiera».
Y aunque no hay ninguna declaración común prevista para el sábado al cierre de la reunión, se publicará un plan de acción para luchar contra la financiación del terrorismo, que se ha intensificado desde los atentados de París del 13 de noviembre.
La situación de Grecia, ausente del programa oficial, también debería colarse en las discusiones en la que participa el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
El FMI acentuó el jueves su presión sobre los europeos exhortándolos a conceder a Grecia un «largo» periodo de gracia sobre la deuda y eximir al país de la aplicación de nuevas medidas de austeridad.