Sochi/Rusia/AFP
Cuando Gabriel Jesús abrió el marcador el domingo ante Austria, se sacó una losa de encima. Pese a ser el favorito de Tite, la sombra de Roberto Firmino se hacía cada vez más grande. La punta de Brasil en un Mundial es un lujo para pocos y el delantero del Liverpool piensa pelearla.
A esta ‘canarinha’ plácida que encadena victorias, halagos y grandes planes para Rusia, pocos debates se le habían colado hasta ahora. Después de traer a su Seleçao de vuelta del infierno de hace cuatro años, Brasil le ha dado su confianza a Tite hasta que se demuestre lo contrario.
Nadie cuestiona tampoco la extraordinaria calidad de Gabriel Jesús, a quien el propio Ronaldo ve como un posible sucesor y que con 21 años ya es campeón de la Premier con el Manchester City y artillero de esta nueva ‘canarinha’ con diez tantos.
Pero a la frenética carrera que le llevó del fútbol juvenil a hacerse con el 9 de la Seleçao en apenas cuatro años le salió la amenaza de Firmino.
Viviendo su mejor temporada, el atacante de los Reds marcó 27 goles (por 17 de Gabriel Jesús) y, junto a sus compañeros Salah y Sané, se metió a Europa en el bolsillo llegando hasta la final de la Liga de Campeones.
«Tite tiene un problema, yo no», bromeó el técnico del Manchester City, Pep Guardiola, preguntado en mayo por ESPN.
«Es un debate. Imagino lo que debe ser Brasil en una Copa a nivel mediático», se compadeció. «Si juega uno, tiene que jugar el otro (…) Es una discusión infinita. La suerte es que Brasil tiene dos atacantes increíbles», aseguró.
Batalla
Consciente de que es ahora o nunca, Firmino no quiso perder ni un minuto y se plantó por adelantado en la concentración de la Seleçao en Londres, renunciando a dos días libres tras caer ante el Real Madrid en la final de Kiev.
El esfuerzo valió la pena porque pocos días después marcaba el segundo gol de Brasil en el amistoso ante Croacia, donde volvió a ser reserva de Gabriel Jesus y acabó llevándose la ovación de su hinchada de Anfield y las felicitaciones de Tite, a quien se le agrandaba el problema.
Tampoco facilitó el dilema la discreta actuación aquel día del joven del City, capitán ocasional por el esquema de rotaciones del técnico.
«Estoy dando lo mejor aquí en la Seleçao como venía haciendo en mi club, y Gabriel también está en una fase excelente. El profesor Tite es quien tiene que decidir. El dolor de cabeza solo va a ser para él», valoró Firmino la semana pasada.
Artillero
Aunque aseguró sentirse feliz por su compañero, Gabriel Jesús llegó el domingo a Viena con toda la presión a sus espaldas. Salir del Ernst-Happel sin marcar habría elevado a migraña aguda el dolor de cabeza de Tite, pero el ‘menino’ volvió a responderle.
A los 34 minutos realizó un recorte que dejó sentado al portero y selló con él su plaza de titular para el estreno del próximo domingo ante Suiza, para quienes dudaban de si el artillero debía quedarse fuera.
Si no hay contratiempos, el benjamín de la Seleçao completará en el estadio de Rostov el viaje que comenzó junto a Tite el 1 de septiembre de 2016 en Quito.
Ambos debutaron aquel día contra Ecuador y cambiaron el destino de esta ‘canarinha’ que pasó de estar fuera de los puestos para Rusia a ser la primera en llegar: él como su precoz artillero (aquel día se estrenó con dos tantos) y Tite como el seleccionador de moda.
La hinchada tampoco lo olvida y, según una encuesta de GloboEsporte, un 83% de los aficionados quiere de titular en Rusia a este genial ‘menino’ que hace cuatro años pasó los días previos al Mundial decorando las calles de la favela donde creció en Sao Paulo.
Ahora tiene a todo un país detrás, incluyendo a un tal Ronaldo, cuya empresa gestiona su carrera.
«Pienso que no habrá cambios, que Gabriel está firme en la selección, en la posición, marcando goles, y tener a Firmino motivado en el banco es una buena opción», opinó el antiguo astro durante un acto promocional en Moscú.