Burdeos/Francia/dpa
La selección de fútbol de Gales tuvo hoy un debut soñado en la Eurocopa de Francia, la primera que disputa en su historia, al vencer 2-1 a Eslovaquia en Burdeos en el inicio del Grupo B.
El conjunto liderado por Gareth Bale celebró gracias a un gol a nueve minutos del final de Hal Robson-Kanu, después de que Ondrej Duda igualara en la segunda etapa para el también debutante Eslovaquia. El primer gol galés fue obra de Bale, el astro del Real Madrid, quien conectó un tiro libre a los diez minutos de juego.
Gales comenzó así a paso firme la Eurocopa y se colocó de momento en lo más alto de su zona, que más tarde verá medirse a Inglaterra y Rusia en Marsella. Su vecino de las islas británicas será precisamente su próximo rival el jueves en Lens.
«Es un momento memorable para nuestro país, lo disfrutaremos», celebró Bale después de la victoria. «Fue como jugar un partido de local para nosotros. Nuestros fans son los mejores del mundo y les dimos motivos para celebrar», añadió.
La victoria en el final desató la euforia de los más de 20.000 aficionados galeses que viajaron a Burdeos y que pudieron ver a su selección por primera vez en un gran torneo desde el Mundial de 1958. También para Eslovaquia se trató del debut en una Eurocopa, que en esta edición cuenta por primera vez con 24 selecciones participantes.
Martin Skrtel, el capitán eslovaco, cree que su equipo aún dará batalla en el Grupo B. «No debemos sentirnos mal, aún no hay nada perdido. Todavía quedan dos partidos», señaló el líder de una Eslovaquia que en la preparación había mostrado su potencial al derrotar a Alemania. «Fuimos el mejor equipo hoy, pero no supimos aprovechar nuestras posibilidades».
Bale, líder indiscutido de Gales y una de las grandes figuras del torneo, abrió el marcador cuando apenas se disputaban diez minutos al conectar un tiro libre que tras picar en el suelo contó con cierta complicidad del arquero Matus Kozacik. El delantero blanco lo celebró abrazado a todo el banquillo del equipo y provocó la algarabía de los ruidosos aficionados galeses que coparon el estadio.
Eslovaquia presionó impulsado por Marek Hamsik, su principal carta, pero sin generar verdadero peligro en el arco defendido por Danny Ward, quien reemplazó a último momento a Wayne Hennessey por una lesión en la espalda.
El encuentro, sin grandes ocasiones, parecía bajo control para Gales, pero Eslovaquia se encontró con el empate prácticamente desde la nada. Tras una buena incursión de Robert Mak por la banda, Duda, quien había ingresado como sustituto, recibió en el área y remató a ras del suelo para conseguir la igualdad a los 61 minutos.
Sin embargo, Gales reaccionó y Robson-Kanu, un jugador actualmente sin club, logró el tanto de la victoria a los 81 minutos, poco después de haber ingresado desde el banco.
Adam Nemec pudo haber igualado para Eslovaquia a cuatro minutos del final, pero su cabezazo dio en el poste y permitió a Gales celebrar un triunfo inolvidable.