Rolando Alvarenga
@BachiBoxx55
Este mes se conmemora la coronación del béisbol savadoreño en los Juegos Centroamericanos de 1990 en Honduras, producto de la doble victoria sobre Nicaragua.
Gesta sin precedentes en la historia de la pelota chica nacional, ya que desde aquel entonces, hace treinta años, no se ha repetido algo igual o superar dos veces en el mismo torneo a la potencia centroamericana.
Una de las figuras estelares de aquella selección, que piloteaba Jorge Bahaia hijo, fue el mítico lanzador Cirilo Errington Díaz, originario de Nicaragua, quien con 43 años sobre sus espaldas, llegó a despedirse de los torneos internacionales.
Con respecto a la memorable conquista, el veteranísimo pitcher manifestó que no le dolió vencer a la selección del país que lo vio nacer.
“Nací en Nicaragua y lancé para El Salvador, pero deportivamente no sentí que se me partiera el corazón, porque me dedique a jugar y hacerlo bien, lo mejor posible”, expresó Errintong.
El gran Cirilo recordó que, bajo las aperturas del pitcher Aurelio Villalta, el primer juego de la vuelta de clasificación se ganó 5 carreras a 3 y el partido por la título se ganó con pizarra de 5 carreras a 4.
Errintong manifestó que el triunfó se gestó gracias al planteó estratégico de “Jorgito” Bahaia en los dos juegos que los chicos cumplieron al pie de la letra en las indicaciones.
Tras aquella gesta irrepetible, el mensaje de Cirilo para las nuevas generaciones es que “todo es posible cuando se trabaja con mucho afán, esfuerzo, sacrificio y una óptima preparación física”.
Entre los héroes del 12 de Enero de 1990 destacaban: Oscar “Pipa” Ruiz, Alberto “Chele” Valdivieso, Armando “Choco” Renderos, Mario “Petunia” Flores, Rubén “Bicho Ben” Rosales, Clemente Monterrosa, David Nolasco, Wilfredo Flores, Jiame “Tuga” Platero, José Marroquín, preparador físico, Carlos “Cipote” Avilés y como delegado, Elman Villalta, padre del pitcher estelar, Aurelio Villalta.