“Ganó la verdad”

Redacción Nacionales

El Juzgado de Sentencia de Sensuntepeque, Cabañas, absolvió y decretó la libertad de los líderes comunitarios de Santa Marta y ADES.

Ellos regresan con sus familias, sus comunidades y sus organizaciones, a seguir defendiendo el agua, el medioambiente y la continuidad de la vida en El Salvador.

Al respecto, las  valoraciones preliminares  de las comunidades y ADES, son, entre otras, que ha prevalecido la legalidad, el debido proceso penal y la justicia.

Además, que la Fiscalía no pudo probar la existencia de delitos, ni la participación de los acusados; y el equipo de defensa legal demostró con creces su completa inocencia.

Esto, fue advertido, desde que se diera  la absolución de los defensores ambientales, ya que era el único fallo legal y justo.

Para las comunidades y ADES se  ha impuesto  el interés nacional y el bien del país.

Además, se reconoce el profesionalismo, la independencia y la valentía de las juezas que integran el Juzgado de Sentencia de Sensuntepeque, quienes aplicaron correctamente la ley y no han cedido a la presión de intereses y poderes extrajudiciales que conspiraron para inventar este caso. “Nos alegra que esta manipulación del sistema judicial haya terminado”, señala el comunicado  y agrega que “el desempeño del tribunal en este caso nos hace pensar que no todo está perdido en el sistema judicial salvadoreño y que aún existen resquicios de independencia”.

En el documento  se agradece a las comunidades, organizaciones e instituciones que han apoyado, dentro y fuera del país, en la lucha por la libertad de los ambientalista y en la denuncia de la posible reactivación de la minería. El agradecimiento se hace extensivo a los abogados y abogadas, encabezados por el licenciado Pedro Cruz, por la efectiva defensa del caso.

A la FGR le exigen que se abstenga de apelar el fallo, para que la libertad definitiva de  los ambientalitas se concrete lo más pronto posible.

En vez de empecinarse en prolongar este proceso, la Fiscalía debería dedicarse a investigar los verdaderos delitos de la guerra, empezando por las masacres cometidas contra Santa Marta y otras comunidades, sentecia el dodumento.

Y, finalmente, piden a todas y a todos que sigan acompañando hasta lograr la libertad definitiva de los líderes comunitarios, y que se cierren filas como país para evitar la reactivación de proyectos mineros que podrían terminar con el agua, los ecosistemas y la vida del país.