Tomado de Univisión
Genaro García Luna, el artífice de la guerra contra el narco en México de 2006 a 2012, fue descrito por la Fiscalía federal en los argumentos finales en su juicio en Nueva York, como un alto mando policial que fue clave para que el Cartel de Sinaloa se convirtiera en “el FedEx de la cocaína”.
García Luna, quien fue detenido en Texas en 2019, enfrenta cuatro cargos de narcotráfico y uno por mentir a un agente migratorio. De ser declarado culpable podría enfrentar una condena máxima de cadena perpetua.
La fiscal Saritha Komatireddy, quien dirige a los abogados del gobierno, dijo este miércoles que esas acusaciones quedaron demostradas con los testimonios de varios capos que se presentaron en la corte de Brooklyn a lo largo de cuatro semanas.
«Las evidencias han probado que Genaro García Luna era un político inteligente, ambicioso, poderoso y egoísta… que obtuvo millones del Cartel de Sinaloa», dijo Komatireddy, citada por el periodista Keegan Hamilton del medio Vice .
«Ustedes han escuchado a varias cabecillas del cartel declarar que el acusado tomó millones de dólares en sobornos (…) Ellos buscaron a los oficiales más corruptos, los reclutaron y los incluyeron en su nómina (…) Todos han mencionado al acusado como parte de su equipo», agregó la fiscal, según el periódico El Universal.
Komatireddy se refería a las declaraciones hechas por Jesús ‘El Rey’ Zambada, quien era operador en la Ciudad de México del Cartel de Sinaloa; Sergio Villarreal Barragán, ‘El Grande’, un ex lugarteniente del clan de los Beltrán Leyva; y Óscar Nava Valencia, ‘El Lobo’, el exlíder del Cartel del Milenio.
Todos ellos declararon que le entregaron sobornos millonarios a García Luna a cambio de protección para mover sus cargamentos ilícitos, evitar operativos de captura e información para atacar a sus rivales. En esa época, el acusado pasó de ser titular de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI) a secretario de Seguridad Pública de México. Fue un período de 12 años, de 2000 a 2012.
La fiscal Komatireddy también resaltó que agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) confirmaron en la corte lo dicho por estos traficantes.
«El Cártel de Sinaloa es como el FedEx de la cocaína. Usan trenes. Usan barcos. Usan contenedores. Usan submarinos… incluso usaron el aeropuerto de la Ciudad de México… Es imposible operar una multinacional de esa envergadura sin ayuda dentro del gobierno mexicano y por ello buscaron a los oficiales más corruptos”, dijo la fiscal neoyorquina, de acuerdo con distintos periodistas que cubren el juicio.
«Sin el apoyo de Genaro García Luna habría sido prácticamente imposible que Sinaloa hubiera podido movilizar tantos cargamentos de cocaína”, añadió Komatireddy.
«Ustedes escucharon a distintas personas que le dieron dinero en bolsas de lona, maletines y cajas llenas de efectivo», dijo la fiscal, para concluir así su intervención que duró alrededor de tres horas: “Sigan la ley, apliquen su sentido común y declárenlo culpable”.
“Es impactante la falta de pruebas”
La tarde de este miércoles, tocó el turno al equipo que defiende a García Luna, encabezado por César De Castro. En sus argumentos finales, el abogado criticó que la acusación del gobierno se base en especulaciones y testimonios de criminales que, subrayó, se quieren vengar de su cliente por haberlos atrapado en México.
«Les están pidiendo que condenen a un hombre basándose únicamente en las palabras de algunos de los criminales más notorios y despiadados de la historia del mundo», dijo De Castro, quien calificó a los testigos de «asesinos, secuestradores, torturadores y estafadores», según tuits del periodista Keegan Hamilton.
«Es impactante la falta de pruebas del gobierno», agregó el litigante, que desde el arranque del juicio ha criticado que los fiscales no exhibieron evidencia contundente contra su defendido.
Este martes, en efecto, concluyó el período de presentación de testigos y pruebas de la Fiscalía, sin que se mostrara al jurado un solo audio, video o fotografía que comprometiera directamente a García Luna.
Una vez que concluyan los argumentos finales, un jurado integrado por 12 ciudadanos neoyorquinos deberá deliberar para emitir su veredicto. Su fallo debe ser unánime en cada uno de los cinco cargos.