Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“Gaspar Romero, fue el hermano más activo en la vida pública de Monseñor Romero, todo mundo lo llegaba a entrevistar, murió inesperadamente de un coma diabético que le afectó”, dijo el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, durante la misa de cuerpo presente, antes de su inhumación en un camposanto de la ciudad de San Salvador.
Sobre la familia Romero Galdámez, el Cardenal Rosa Chávez señaló: “queda un hermano todavía, es Toribio Arnoldo, que es mayor que él (Gaspar) fue quien, destacó la vida de Monseñor Romero en el contexto de San Romero”, agregó.
En cuanto al legado histórico de los derechos humanos y la Iglesia, el Cardenal Rosa Chávez mencionó: “Hemos querido acompañar a la familia y agradecer lo que esa vida ha dado al país. A dar un santo y un guía del pueblo: San Oscar Romero, alguien que dio la vida por este pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo”, afirmó.
Gaspar Romero era el menor de la familia formada por Santos Romero y Guadalupe Galdámez, y los acontecimientos que llevaron al altar a su hermano mayor San Oscar Romero, le convirtió “perse” en el depositario de la memoria histórica, en el contexto de un El Salvador, arrasado por la desigualdad y la represión.
Mientras, el Padre Fredy Sandoval, del Colegio Santa Teresa de Jesús en San Marcos y miembro de la Concertación Monseñor Romero, expresó que la vida del Santo mártir, estuvo dentro de la vida de Gaspar Romero y que fueron hermanos entrañables, pese a la diferencia de edad: doce años. Cuando el primero, ingresa al Seminario Menor, Gaspar tenía apenas un año y algunos meses.
“En San Salvador, cuando Monseñor Romero es elegido Obispo, Gaspar Romero, estaba ya en la ciudad siguiendo su pasión, que eran las telecomunicaciones, y trabajó como telegrafista. Gaspar contó en diversos testimonios que con Monseñor Oscar Romero tuvieron cercanía porque ambos estaban en San Salvador (1967) de modo que hubo ocasión de visitas y diálogos, cuando asume como Obispo Auxiliar, así como, recibir consejos”, narró.
Luego, le tocó asistir, conocer y acompañar la obra y figura del Arzobispo Romero, en su anuncio, denuncia así como la opción por los pobres, y su enfrentamiento a las instancias de poder en los años setenta.
“Esto le significó a Gaspar sufrir críticas, perjuicios e incluso, dificultades en su trabajo, lo más radical fue que siendo experto en telecomunicaciones, lo degradaron a portero de ANTEL, justamente como una actitud de represalia y mensaje que le mandaban al Arzobispo Romero. Y cuando llega la Junta Revolucionaria de Gobierno, hay cambios y regresa de nuevo a su antiguo puesto. Y también le tocó vivir de cerca en los últimos años, la persecusión, porque su casa era vigilada y porque amenazaban a sus parientes para mandarle avisos al Arzobispo Profeta”, expresó.
Y sobre el magnicidio de Monseñor Romero, el Padre Sandoval, recordó que llegó a sus manos una amenaza escrita contra su hermano y se la hizo conocer, pero que Monseñor Romero lo hizo romper la nota y seguir adelante con sus vidas.
“El día de su asesinato, de ANTEL, se vino para la policlínica donde estaban atendiendo el cuerpo herido de muerte de Monseñor Romero, y le tocó asistir a esto, a estar presente en el funeral y podemos decir, que Romero significó un llamado, una invitación, una causa a la que el mismo Gaspar, ya no solo como hermano, sino como cristiano, definió el profetismo del Obispo mártir, lo hizo a su modo, como cristiano, padre de familia, profesional y miembro de la Iglesia.
Y por 30 años, mostró claridad, determinación en la promoción de la memoria histórica y profetismo de Monseñor Romero”, recordó.
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