@SilviaCoLatino
“El proyecto minero de Oceana Gold es un proyecto amenazante para el medio ambiente; el proyecto minero de Oceana Gold es incompatible con la zona donde se realiza. Agota los recursos hídricos y reduce la calidad del agua”, afirmó Carlos Padilla, Gobernador de la Provincia de Nueva Vizcaya, en Las Filipinas, en una carta dirigida al pueblo salvadoreño en la cual, comparte una reflexión y advertencia sobre las implicaciones de la minería metálica en su nación situada en el Sudeste Asiático.
El funcionario filipino está en el país y se reunirá con representantes de organizaciones ambientalistas, y también será recibido por los diputados de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, en la Asamblea Legislativa, donde abordarán la experiencia de Nueva Viscaya, que por ahora libra una batalla legal por los aspectos sociales y ambientales que ha generado la transnacional minera.
En la carta rubricada por el Gobernador Padilla, da cuenta que sobre el manto acuífero del territorio de Nueva Vizcaya se encuentra en una situación de agotamiento, por la extracción constante de agua para el proyecto minero que se desarrolla a cielo abierto.
“Para el año 2015, el volumen del agua extraída por el proyecto de Oceana Gold en la provincia fue de 6 millones 612 mil 319 metros cúbicos de agua, o sea, 209 mil 675 litros de agua por segundo, lo que equivale a la descarga de un arroyo”, consideró.
Sobre el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente, el funcionario hace notar que esta industria contrapone los ideales de mejorar los diversos ecosistemas y la amenaza que supone el Cambio Climático, ya que la industria de la minería exacerba la vulnerabilidad de la tierra y la estabilidad de los pueblos.
“La minería ha sido una preocupación de larga trayectoria en nuestro país, y en el mundo entero. La alegación famosa que la minería puede ser un factor sustancial de crecimiento económico siempre ha sido un tema para el debate. La minería promete generar ingresos, crear oportunidad de empleo y desarrollar infraestructura; pero la verdad es que genera enormes riesgos. Afecta todos los aspectos de nuestra sociedad: lo económico, lo humano y lo del medio ambiente”, expresó.
En cuanto a los argumentos de una industria “minera responsable”, el gobernador de Nueva Viscaya reitera que las empresas que logran establecerse, ya sea con facilidad o las que enfrentaron obstáculos para iniciar sus proyectos, siempre generan la constante contaminación y elevación de vulnerabilidad.
“Las leyes nacionales, líderes políticos, poderes económicos y hasta organizaciones privadas respaldaron los proyectos en las Filipinas, facilitando el acceso para la extracción de minerales. En este impulso, no se aseguró la divulgación y la consulta necesaria con las comunidades, ni los estudios científicos para validar las promesas de minería responsable”, acotó.
Para el funcionario filipino, es necesario cuestionar “si esta industria vale la pena o no”, al mencionar que los tomadores de decisión muchas veces, faltan a su deber de sustentar la defensa de los bienes del Estado y la población.
“Ningún siervo puede servir a dos señores.
Ya es tiempo de aclarar nuestras prioridades y actuar claramente sobre ellas. Debemos escoger entre la minería o el medio ambiente. Hemos estado promoviendo el progreso económico, pero las estadísticas todavía no logran demostrar que la minería realmente sea un aporte vital para este desarrollo. De hecho, la minería ha demostrado que ha causado impactos negativos al medio ambiente y a nuestro pueblo. Después de todo, el fin superior del desarrollo económico es mejorar la calidad de vida para todas las personas”, reafirmó.
Con esta declaración el Gobernador de Nueva Viscaya explicó que los beneficios de la minería son mínimos, tras narrar que la empresa Oceana Gold ha contribuido con solo 131. 8 millones de pesos filipinos (2.61 millones de dólares) en la economía local. Mientras sus ganancias han sido de 45. 6 mil millones de pesos filipinos (900 millones de dólares).
“En nuestra economía nacional, la minería ha contribuido solo el 0.6% del Producto Interno Bruto (PIB), sus proyectos de desarrollo social para la comunidad son anticipos de la empresa minera para el gobierno nacional.
El costo de sus proyectos sociales se restará posteriormente del total de los pagos que hace la empresa minera al gobierno.
En ese sentido, la empresa minera actúa solamente como un agente del gobierno nacional para la implementación de sus proyectos sociales.
Pero, para nosotros los daños provocados por la minería en las personas y el medio ambiente pesan mucho más que las ganancias a corto plazo”, destacó en su misiva.
La participación del Gobernador Carlos Padilla, de Nueva Vizcaya, Filipinas, junto a las organizaciones ambientalistas del país, se enmarca en el interés de la transnacional minera Oceana Gold en desarrollar un proyecto minero de similares características en el país.