Alfons LUNA
Londres/AFP
El cantante británico George Michael podrá ser finalmente enterrado dos meses y medio después de su muerte tras el informe forense final, publicado este martes, que establece que murió de causas naturales.
Las causas de la muerte del artista a los 53 años, el 25 de diciembre de 2016, fueron “una miocardiopatía dilatada con miocarditis e hígado graso”, explicó en un comunicado Darren Salter, jefe forense del condado de Oxfordshire (sur), poniendo fin a la investigación y “a la necesidad de nuevas pesquisas”.
A lo largo de su vida, Michael protagonizó varios incidentes vinculados al consumo de alcohol y drogas, y las enfermedades mencionadas en el informe final del forense -coronarias y hepática- pueden ser el resultado del abuso de ambas cosas.
El forense pidió respeto a la familia del cantante. “No se comunicarán más novedades [sobre el caso], y la familia solicita a la prensa y al público respeto a su privacidad”.
Los primeros resultados de la autopsia, difundidos unos días después de la muerte, no resultaron “concluyentes”, en términos de la policía, por lo que hizo falta realizar nuevos análisis.
“Se practicó una autopsia ayer como parte de la investigación sobre la muerte de George Michael” y los resultados “no fueron concluyentes”, explicó la policía en un comunicado el 30 de diciembre
“Su cuerpo acabó por abandonarle”
En 2011 el cantante había sobrevivido a una neumonía y en los últimos años se había mantenido alejado del foco público, haciendo vida de pueblo en la idílica localidad al borde del río Támesis en la que acabó sus días.
Su pareja, Fadi Fawaz, explicó que lo halló “yaciendo en paz” en la cama de su casa. “Fui a su casa para despertarlo y se había ido, yaciendo en paz en su cama”, narró Fawaz al Daily Telegraph.
“Su cuerpo acabo por abandonarle”, sostuvo Kenny Ross, que fue su pareja durante trece años, al diario Daily Mirror. Además, explicó que su familia estaba impaciente por llevar a cabo sus funerales.
Georgios Kyriacos Panayiotou -su verdadero nombre- nació en un barrio londinense en 1963 y se convirtió en una superestrella mundial en los años ochenta.
Saltó a la fama con su grupo Wham!, formado en 1981 con Andrew Ridgeley, y las canciones archiconocidas de la banda como “Last Christmas” y “Wake me up before You Go-Go”.
Tanto en el seno del dúo Wham! como en solitario, compuso algunos de los grandes éxitos musicales de los ochenta, como “Careless Whisper” y “Faith”, vendiendo más de 100 millones de discos a lo largo de casi cuatro décadas.
En los últimos años, sin embargo, aparecía poco en público, y la prensa hablaba más de sus incidentes que de su música.
La inesperada muerte de Michael causó consternación y culminó un 2016 negro para la música rock/pop, con los fallecimientos de David Bowie, Prince y Leonard Cohen.
La reciente gala de los premios Brit, los más importantes de la industria musical británica, le rindió un homenaje.
Andrew Ridgeley, su compañero en Wham, leyó un texto antes de que Chris Martin, cantante de Coldplay, interpretase su balada “A Different Corner” con un piano y una orquesta de cuerdas, y fragmentos cantados en video por el propio George Michael.