Por: Iván Escobar
Gerardo Gómez es un joven pintor salvadoreño que desde su infancia ha dado rienda suelta a su creatividad, ya sea a través del lienzo o en el papel, con un lápiz, con plumón o un pincel, ha elaborado una variada e impresionante obra artística.
Recientemente inauguró su exposición “Subconsciente Colectivo”, una muestra que recoge una década de trabajos que en su corta trayectoria dan a conocer un estilo propio, el cual ha podido ser apreciado por diversos públicos, tanto dentro como fuera del territorio nacional.
Gerardo nació en la ciudad de Santa Tecla en 1989, es un artista plástico autodidacta que desde temprana edad decidió dedicarse a la pintura. Además del dibujo y la pintura, ha desarrollado habilidades en la música y la poesía, así lo relató el también pintor salvadoreño Jesús Gabriel Alvarado, quien forma parte del colectivo de la “Galería Colibrí”. También remarcó que Gómez ha expuesto sus obras de forma individual y colectiva dentro y fuera de El Salvador, entre estos espacios destacan: el Palacio de la Cultura y las Artes de su natal Santa Tecla, en 2013; en el Point Business Center en San Salvador, en 2016; Arte Ventures Gallery, Menlo Park, California, en 2017; en el museo Marte de El Salvador, en este 2018, entre otros espacios alternativos y culturales.
“En sus inicios la obra de Gerardo era una saturación mística, dada por una saturación de signos, de símbolos, importante la paleta que él utiliza, son tonos vibrantes, son tonos bastante pop, las dimensiones de los cuadros eran enormes… Gerardo ha tenido varias etapas, interesante porque muchos pintores a veces primero buscan tener un estilo, que los vayan reconociendo por su obra, por su trabajo… la obra de Gerardo es importante porque él se permite jugar, y jugar en serio”, explicó Jesús Gabriel.
En esta exposición que estará abierta hasta el 30 de abril en el Centro Cívico Cultural Legislativo (CCCL) se puede percibir un recorrido del proceso creativo de Gerardo Gómez, desde sus inicios con cuadros pintados con intensos colores, saturación de elementos, y mensajes muy cargados de expresión; pasando por un proceso de maduración y desarrollo de técnicas de dibujo y expresión del abstracto, lo psicodélico, hasta llegar al momento actual en donde se ha encargado de retratar elementos cotidianos del centro de San Salvador, entre ellos, espacios públicos, ambientes, personajes, y crítica social que se evidencia en cada una de sus obras.