Ricardo Olmos
Economista
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El reciente informe brindado por el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén el pasado 1 de junio ante la Asamblea Legislativa, dio a conocer los diferentes rubros que han marcado los avances de las condiciones económicas que viven los salvadoreños en estos dos últimos años, indicando que se ha alcanzado para el año pasado el 2.5% de crecimiento económico. Se conoce por la información oficial, que este es el mejor crecimiento alcanzado en los últimos siete años pues la economía salvadoreña en años anteriores ya había alcanzado un crecimiento mayor para el año 2007 cuando se logró un desempeño del 4.7 %, pero la crisis financiera global de 2008-09 tuvo consecuencias negativas para El Salvador. En este período previo al primer gobierno del FMLN, las exportaciones y las remesas cayeron, el desempleo incrementó, así como los precios de la energía y de los alimentos. Entre 2007 y 2008 el porcentaje de gente pobre creció del 34.6% hasta el 40.0 % y en 2009 se registró una contracción del PIB del 3.1%. Sin embargo, hay que decir que el país sigue mostrando un pobre crecimiento a nivel de Centroamérica pues para el año 2015 Nicaragua creció 4.9 %, Guatemala 4.1 %, Costa Rica con un 3.7 % y Honduras con un 3.6 %. El reto para la economía salvadoreña es superar el promedio del crecimiento económico del área, tarea que debe de tener presente como compromiso el equipo económico que apoya la gestión presidencial.
Para el año 2015, El Salvador mejoró 11 posiciones en el “Doing Business”, y mantiene aumentos de Inversión Extranjera Directa-IED, superiores a los $ 1,060.3 millones en los últimos cuatro años, demostrando que sigue siendo atractivo y rentable para la inversión extranjera. A pesar de los altos índices de inseguridad que el país atraviesa, el gobierno se muestra positivo en espera que continúen desarrollándose importantes inversiones que beneficien a la economía salvadoreña.
Según el informe presentado por el Presidente Sánchez Cerén, los sectores productivos que mejor se han posicionado y que han impulsado el crecimiento son la industria manufacturera y la construcción, el primero continúa generando exportaciones, inversiones, empleos y más ingresos mientras que el sector de la construcción ha roto la tendencia decreciente, mostrando un dinamismo y crecimiento del 1.5% para el año 2015.
Por su lado el BCR identificó que durante el año 2015, los efectos del cambio climático afectaron grandemente la actividad agropecuaria, por ejemplo, la agricultura sufrió los efectos de una de las mayores sequías en los últimos 44 años, siendo esta una importante fuente generadora de trabajo e ingresos para la mayor parte de la población de las zonas rurales en El Salvador, en donde el agro contribuye con el 12.0% del PIB del país, y esta actividad económica fue golpeada grandemente por el fenómeno del niño, ocasionando pérdidas de 4.7 millones de quintales en la producción de maíz, 60 mil quintales en la producción de frijol; la roya ocasionó pérdidas en el sector cafetalero equivalente a 767.5 miles de quintales en 2015, con una disminución del -3.5% en comparación al 2014. El gobierno, con la ejecución de algunos proyectos enfrentó esta situación, pues a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), para contrarrestar los efectos ocasionados, capacitó a los agricultores e intervino para mejorar las condiciones, minimizando el impacto ocasionado por la sequía. Además de resembrar las áreas afectadas por la sequía.
Según las cifras presentadas por el Banco Central de Reserva y por algunos organismos internacionales como CEPAL, FMI, BM, BID, se espera que El Salvador para el 2016 tenga un crecimiento de entre 2.3% y 2.6%. El gobierno de Salvador Sánchez Cerén se proyecta que al finalizar los cinco años la economía presente un crecimiento de hasta un 3.0 %.
El Salvador se ha convertido en un destino turístico atractivo ya que en el 2015 se lograron cifras históricas de 2 millones de visitantes generando ingresos de $1,255.0 millones, lo que representa el 4.51% de PIB, resultados que son producto de la ejecución de Programas de Desarrollo Turístico de la Franja Costero-Marina con una inversión de más de $25.0 millones y a la promoción internacional realizada. En esta área el Gobierno le apuesta a la modernización y expansión aeroportuaria, logrando ser el cuarto lugar en aeropuertos más seguros de América según Organización Civil de Aviación Internacional, invirtiendo en infraestructura $15.6 millones.
Durante 2015 se realizaron importantes proyectos de inversión en infraestructura pública y privada. Se sabe que el 80% de la población salvadoreña utiliza el transporte público y que con el desarrollo del proyecto del Sistema Integrado de Transporte para el Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS), se enmarca la modernización del transporte, proyecto que movilizará en el corto plazo 350,000 pasajeros por día, con mayor seguridad, comodidad, la reducción de tiempo y costos para sus usuarios. El país se renueva grandemente en esta área, y el gobierno ha invertido los recursos con eficiencia, efectividad y transparencia, dando finalización a la primera etapa con un costo de $45.0 millones y con similar cantidad de inversión por el sector privado,al final de la primera etapa de este moderno sistema de transporte.
Hay que decir que las expectativas son favorables en materia de inversión pública y extranjera con la ejecución del FOMILENIO II, iniciativa que es financiada con fondos de los contribuyentes estadounidenses. Un monto de US$277 millones han sido donados por el gobierno de Estados Unidos, y se cuenta con una contrapartida de US$88.2 millones aportada por el gobierno de El Salvador, haciendo un total de US$365.2 millones, serán invertidos en un plazo de cinco años. El objetivo del programa es mejorar el clima de inversiones y de negocios en el país, fortaleciendo el crecimiento económico, reduciendo la pobreza, mejorando la gestión pública, el comercio exterior, así como el desarrollo de infraestructura pública y privada.
Las perspectivas para la economía salvadoreña en el corto y mediano plazo son favorables, pero como en toda economía existen riesgos que pueden afectar el crecimiento económico, existen variantes como el cambio climático, costos de violencia, incremento de los precios del petróleo, reducción de precios del café y azúcar en los mercados internacionales, la apreciación del dólar y cualquier tendencia de desaceleración de los Estados Unidos, variantes que se deben tener presentes ya que pueden afectar grandemente el crecimiento previsto para los próximos años.
No debe de olvidarse además, que aún prevalecen debilidades que deben atenderse en el corto plazo para que la gestión del Presidente Sánchez Cerén tenga éxito. Por ejemplo, se debe prestar atención a la ejecución de los proyectos estratégicos del sector público, los cuales durante los tres años restantes, deben ser la prioridad y deben ser eficientemente bien ejecutados. Para ello se deberá evaluar los equipos técnicos que no han presentado resultados favorables en algunas instituciones del sector público y de aquellos empleados que aún obstaculizan y afectan negativamente la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía.
Por consiguiente, se requiere hoy más que nunca ser efectivo en el sector público, por lo que se vuelve estratégico el apoyo adicional de equipos técnicos a fin de que la institucionalidad “funcione” con estándares mayores, pues a mayor y mejor institucionalidad del sector público se asegurará el cambio económico esperado, de modo que sea el motor permanente del desarrollo económico y social, elemento detonante y de éxito tanto para la gestión presidencial como para mejorar las condiciones de vida de amplios sectores sociales del país.