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Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Los gritos de gol de Frank Velázquez y Agustín Ruiz con la selección de playa son ecos del pasado. Elías Ramírez, Tomás Hernández y Roberto Membreño son ahora nombres ya borrosos.
Y es que la azul playera mudó piel y sobre ella se erigen nuevos gigantes: Rubén Batres, Heber Ramos, Elmer Robles y Eliodoro Portillo son los bastiones, pero ya aparecen figuras como Edson Perdomo.
La falta de incentivos económicos apartó, primero, a Frank y recientemente también obligó a dar un paso al costado a “El Tin” Ruiz; sin embargo, ninguno fue echado de menos en la III Copa UNCAF de Fútbol Playa que se clausuró el sábado en la Costa del Sol.
Dirigida por Rudis Gallo y capitaneada por Eliodoro bajo los tres palos, la Azul no solo levantó su tercera copa al hilo, sino que también la rodeó de adornos individuales como “el guante de oro”, “goleador del torneo” y “juego limpio”.
De estos premios individuales, dos acabaron en las manos de Eliodoro y el otro lo recibió Batres quien, a fuerza de goles, comienza a borrar las huellas que “el Tin” ha dejado sobre la arena.
El “Cañón” Batres -como se le ha bautizado- consiguió cinco goles en tres partidos, por lo que se convirtió en pieza vital en el esquema de Gallo.
Empero, en esta copa también hubo nombres que brillaron con luz propia y no solo porque contribuyeron con goles, sino porque se partieron sobre la arena al momento de defender y pelear por un resultado.
Ramos es un escudero de lujo para Eliodoro y Elmer es el pulmón de esta Azul. Aunque, con trabajo más reservado, Darwin Ramírez también comienza a asumir su rol y devolver la confianza que Gallo le viene depositando desde hace varios años.
Detrás de los pilares también brota con rostro de estrella Edson Perdomo. Rudis le ha otorgado la camiseta “10” y en realidad no hay señales de equivocación. Perdomo demostró que es un jugador diferente y no porque celebró gol, sino porque es fino al momento de bajar y trasladar el balón. Técnicamente podría ser el gran sustituto de Frank de cara al futuro.
Metamorfosis
Los cambios en la Azul playera no son solo de cromos, sino que también ha cambiado su esquema de juego. Sin las individualidades del “Tin” y Frank, el juego ha pasado a ser colectivo y eso hace que se vea un conjunto más ordenado, con más armas al momento de atacar y a la hora de defender.
En la reciente copa, a excepción del juego inaugural ante Belice, a los guerreros de Gallo se les vio sólidos en defensa y, sobre todo, concentrados y certeros para trasladar la pelota.
La colectividad también fue manifiesta para administrar el oxígeno y prueba de ello es que no cayó en baches como lo acostumbraba en los segundos periodos.
En la victoria 5-1 sobre Belice, tres de los goles los hizo en el segundo periodo. En el 3-2 sobre Costa Rica, hizo uno por episodio. Y en el juego por el título que derrotó 6-2 a Panamá, consiguió cuatro en el segundo acto. Por hoy, la playera puede decir “misión cumplida” y el futuro pinta azul.
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